Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

En la jornada de ayer hubo dos noticias de importancia relacionadas con la emergencia sanitaria, y sería superficial considerarlas contrapuestas, ya que en realidad ambas señalan la importancia de ir dejando atrás la crisis con una visión prolija e integral.

Por un lado, se registró una cantidad récord de casos nuevos de covid-19: fueron 51, y por lo menos 17 de ellos están vinculados con un brote en un residencial montevideano. La cifra total de casos activos llegó a 330, y es la más alta desde que se comenzó a informar al respecto.

Esto no debería causar nada parecido al pánico: no estamos, como al comienzo, en una fase de retracción para “achatar la curva”, sino en una de reanudación controlada de actividades, que implica asumir, aun con las precauciones que es preciso mantener, altas probabilidades de que se produzcan brotes.

Por eso, hay que fijarse en otros indicadores. Muy especialmente, en la capacidad nacional para realizar el rastreo retroactivo de contactos y prevenir contagios: esa capacidad se ha fortalecido y está lejos de sus límites. Además, entre las 330 personas que cursan la enfermedad hay sólo una en cuidados intensivos. No es hora de retroceder, sino de seguir avanzando con cuidado.

La otra noticia fue la movilización de familias de la educación pública para demandar una presencialidad plena. Como se dijo antes, estamos en una fase de reanudación controlada de actividades, y es muy relevante transitarla con un panorama integral de prioridades. Lo que se reclamó fue que cesen cuanto antes los graves perjuicios que les causa a niñas, niños y adolescentes la forma en que se desarrollan las clases.

Esos perjuicios, que son peores para la población más vulnerable, no se limitan al aprendizaje en cada nivel de la educación, sino que abarcan también la socialización y el desarrollo. Y no está de más señalar que se ve afectada la reanudación del trabajo por parte de las personas adultas con menores a su cargo.

Obviamente, volver a la presencialidad plena con las precauciones debidas requiere creatividad y recursos materiales: habrá que ver si en este terreno se le da prioridad al ahorro o a todo lo demás que está en juego.

En todo caso, la covid-19 no es la única peste que nos amenaza, y quizá ni siquiera sea la más peligrosa. La Policía investiga la aparición de carteles que anuncian el regreso de la ultraderechista Juventud Uruguaya de Pie, y Hugo Manini Ríos, ex dirigente de esa organización, dijo a la diaria que no tendría sentido reactivarla casi 50 años después de su disolución, atribuyendo el uso de su nombre a “agentes provocadores” que quieren perjudicar a Cabildo Abierto (CA).

Por otra parte, los diputados oficialistas Nibia Reisch (Partido Colorado) y Carlos Testa (CA) cursaron sendos pedidos de informes sobre las reparaciones a víctimas del terrorismo de Estado. El cuestionamiento implícito en esas iniciativas coincide con el de mensajes en redes sociales que Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos denunció como una campaña de difamación, y la difusión de gran parte de los datos solicitados puede afectar el derecho a la privacidad de las víctimas.

Hasta mañana.