“No nos cambiaron los objetivos, pero sí las prioridades”, aseguró el subsecretario del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), Armando Castaingdebat, quien en diálogo con Primera mañana, de El Espectador, habló sobre la gestión durante la pandemia. Una de las cosas que cambiaron entre la expectativa y la realidad fue la postura sobre las personas en situación de calle. Mientras que en marzo apostaban a eliminar esa situación, hoy entienden que es “imposible”.

Según contó, al iniciar la gestión le dijeron al presidente de la República, Luis Lacalle Pou: “Vamos a fijarnos un objetivo de llegar a cero personas en situación de calle”. Sin embargo, expresó, ”lamentablemente, ocho meses después tengo que decir que eso es imposible”. “No es un tema que se solucione sólo con plata; es un tema muy complejo, con muchos encares. Hasta ahora el Estado buscaba dispositivos que podían ser para pasar la noche, algunos de 24 horas, y trataba de ir aumentando esos cupos y medíamos la eficacia en cuanto a los cupos”, dijo Castaingdebat.

El subsecretario subrayó: “Si seguimos haciendo lo mismo, vamos a lograr los mismos resultados. Después de 15 años, el resultado final es que cada vez tenemos más gente en calle, entra más gente a la calle y sale menos. Si no cambiamos el modelo, por más plata que pongamos, vamos a seguir teniendo los mismos resultados”, sostuvo, y aseguró que su gestión intenta modificar esa realidad.

“Hoy estamos cambiando totalmente el modelo en las dos puntas. Acabamos de abrir una oficina en [la unidad penitenciaria] Santiago Vázquez que no existía, donde vamos a hacer el esfuerzo humano para tratar con aquellos que están cerca de recuperar su libertad, en el entendido de que la mayor proporción de gente en situación de calle es gente que recién recupera la libertad”, dijo el subsecretario. Agregó que buscarán “ayudar a recuperar los vínculos familiares, a insertarlos laboralmente”, para así “tratar de que entre menos gente a la calle”.

El otro extremo del que hablaba el subsecretario es la salida de la situación de calle. En este sentido, buscan generar “dispositivos donde realmente la gente que está en situación de calle se pueda reinsertar en la sociedad; es un camino lento, dificultoso, pero en ocho meses hemos hecho lo que no se ha hecho en 15 años”, aseveró.

Comentó que en esta línea de trabajo hay varios modelos. Uno de ellos es el convenio con la Agencia Nacional de Vivienda, a través del cual se consiguen viviendas donde el Mides comienza pagando el alquiler y luego continúan haciéndolo las personas. Quienes van a vivir ahí son elegidos por los técnicos del ministerio, y por lo general se mudan en duplas. Según destacó Castagindebat, aún “son pocas las casas: recién vamos siete u ocho”.

Por otra parte, hizo comentarios sobre la situación de Salto, donde con “13 muchachos que estaban destrozados por la droga se hizo el proceso de recuperación; hoy están en un proceso de capacitación, dentro de poco estarán trabajando formalmente y nos tenemos fe de recuperarlos”.

La gestión del Mides en ocho meses de pandemia

El subsecretario aseguró que desde que se desató la pandemia por coronavirus en el país el Mides “se ha visto abocado a hacer frente a una emergencia alimentaria, a colaborar en esa emergencia social y en la emergencia sanitaria”.

Según su opinión, lo hecho hasta ahora “contribuye a destruir un relato previo de que el Partido Nacional es insensible y viene a destruir políticas sociales. El gobierno ha dado señales claras de la importancia que tiene el tema social; no es casualidad la cantidad de dinero que se ha usado, es el único ministerio que aumenta su presupuesto, día a día se va buscando implementar nuevos mecanismos”.

Para Castagindebat, se han tomado decisiones que “en otro momento hubiera sido muy difícil”: “Es un ministerio creado por el Frente Amplio, manejado en su mayoría por el Partido Comunista, con directrices definidas, con una estructura en su gran mayoría armada no por concurso; aunque luego se fue regularizando, quedan muchos funcionarios a los cuales no se ha podido regularizar y eso hace que tenga un contexto especial”, agregó.

Destacó que durante la pandemia quedó en evidencia que había muchos uruguayos que no estaban “en ningún registro”, a los que desde que el nuevo gobierno asumió se empezó a identificar, “porque hoy el sistema político tiene que tratar de que no haya casi 400.000 uruguayos en la informalidad porque no hay sistema previsional que se pueda sostener”.

Empleados sin cobrar salario

Castaingdebat fue consultado sobre la cantidad de funcionarios a los que se les adeudan varios meses de sueldo. Según dijo, “tenemos una gran deuda con los funcionarios, que es el atraso en los pagos; eso es indefendible. Los funcionarios no tienen la culpa; la culpa es de las anteriores administraciones y de nosotros, que no hemos logrado ordenar el desorden que había en tiempo y forma”.

Aclaró que les da la razón “cuando dicen que ponen plata de su bolsillo para ir a trabajar”, pero aclaró que el origen de esta realidad está en que el ministerio tiene varias formas de contratación: funcionarios presupuestados, arrendamiento de servicios mediante la Corporación Nacional para el Desarrollo y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, entre otras más. “No es el mejor funcionamiento; eso no es una excusa, pero es la realidad”, puntualizó.

El subsecretario aseguró que el problema principal está en los contratos por dos años con renovación a dos más, que llevan “muchos meses de burocracia administrativa”. “La culpa nuestra fue no haber empezado esto el 1° de marzo; entendemos el enojo de los funcionarios”.