Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

La escalada de contagios de covid-19 activa, en forma muy saludable, capacidades sociales que pueden contribuir en forma importante a desacelerar la propagación del virus, para que lleguemos en las mejores condiciones posibles al final de este año.

Si bien son pertinentes las recomendaciones y normas generales, y corresponde insistir en la necesidad de tenerlas en cuenta, la estrategia sanitaria global incluye respuestas específicas para problemas particulares, como los vinculados con el aumento de las capacidades de testeo y de rastreo, o el refuerzo de los controles en algunas áreas de especial riesgo, como la del transporte colectivo interdepartamental.

Por otra parte, puede resultar crucial que las comunidades no sean meramente receptoras de indicaciones sobre el cuidado de su salud, sino que asuman protagonismo. Las realidades territoriales diversas requieren adecuaciones y énfasis a la medida de cada una de ellas, cuya eficacia aumentará si hay un mayor involucramiento de quienes las conocen directamente. Los equipos territoriales que actúan en el primer nivel de atención de salud y las organizaciones sociales pueden realizar aportes insustituibles en coordinación con los organismos centrales.

Otra forma de aprovechar al máximo los recursos disponibles tiene que ver con la propuesta de crear una comisión especial del Senado, integrada por todos los partidos con representación en esa cámara, para abordar en forma integral la situación sanitaria y sus efectos sociales. Y, como uno de los recursos indispensables es la información de calidad, resulta muy útil la lectura de la nota que publicamos en esta edición sobre la dimensión espacial de la pandemia, entre otras cosas para descartar algunas hipótesis temerarias sobre las causas del aumento de contagios.

El terreno de la salud pública no es el único en el que conviene, para mejorar la calidad de los resultados, aumentar el involucramiento social. Lo mismo se aplica, por ejemplo, a la prevención de la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes.

A su vez, escuchar y tener en cuenta los aportes de quienes conocen directamente las realidades particulares vale, también, para diseñar con acierto propuestas de reforma del sistema de seguridad social, evitando que se invisibilicen problemas graves. Por ejemplo, el de los trabajadores y pequeños productores rurales, cuyo horizonte actual es, muy a menudo, jubilarse con montos inferiores a un salario mínimo nacional (actualmente 16.300 pesos), después de una vida de tareas muy duras.

Por último, se ha vuelto muy complicada la situación de la directora de la Secretaría de Cuidados y el Programa Nacional de Discapacidad, Gabriela Bazzano, justamente por la expresión pública de colectivos directamente involucrados en las tareas que tiene a su cargo. La Alianza de Organizaciones por los Derechos de las Personas con Discapacidad, el sindicato de trabajadores del Mides y la Red Pro Cuidados coinciden en reclamar su alejamiento del cargo que desempeña.

Hasta mañana.