Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

Hay días en los que se pueden percibir conexiones entre los hechos, y otros en los que se nos presenta una variedad de noticias diversas, cuyo común denominador es, simplemente, que no están vinculadas entre sí. Esos días (el de ayer fue uno) son señal de que coexisten varias agendas políticas, sin que una de ellas predomine y ordene el panorama general.

El diputado Eduardo Lust, de Cabildo Abierto (CA), se perfila como un persistente factor desestabilizador de las relaciones entre partidos. Convencido militante contra la segunda planta de UPM desde antes de que Guido Manini Ríos anunciara su pasaje a la actividad política y él se sumara a CA, Lust tiene su propio libreto en esa materia (al igual que en varias otras). Había comenzado a poner en práctica un plan cuyo primer paso fue la recolección de firmas, en varias localidades, contra el recorrido de las vías del Ferrocarril Central, pero la Corte Electoral invalidó esa estrategia, y ahora Lust maneja la posibilidad de llamar a sala a la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, y a su par de Transporte y Obras Públicas, Luis Alberto Heber. Está por verse que CA lo respalde, pero sería realmente insólito que la primera interpelación en este período de gobierno fuera realizada por un legislador de la “coalición multicolor”.

Las inquietudes personales de Lust no son el único problema en la coalición de gobierno. El presidente Luis Lacalle Pou eligió incluir en su proyecto de ley de urgente consideración algunas propuestas que no cuentan con el respaldo necesario para su aprobación parlamentaria, y tanto CA como el Partido Colorado y el Independiente han anunciado, en forma más o menos explícita, que no están dispuestos a votar todos los artículos.

Algunos comentaristas opinan que Lacalle Pou quiere dejar constancia de cuáles son sus intenciones, aunque no pueda concretar todas, y mencionan como antecedente el gobierno de su padre, Luis Alberto Lacalle Herrera, que envió al Parlamento, sin éxito, varios proyectos para cambiar el sistema de la seguridad social. Sin embargo, aquella situación era distinta, ya que Lacalle padre buscaba demostrarle al Fondo Monetario Internacional que él tenía voluntad de llevar a cabo determinadas reformas, para reforzar su posición en otras negociaciones con ese organismo internacional.

A Lacalle Pou le han pedido varias veces que reconsidere su decisión de no concederle al PIT-CNT el uso de la cadena nacional el 1º de mayo. Ayer lo hizo la Institución Nacional de Derechos Humanos, pero nada indica que el presidente vaya a cambiar de opinión.

Tampoco parece probable que se reconsidere la utilización de recursos del Sistema Nacional de Cuidados para comprar respiradores y monitores, ni la de destinar al Fondo Coronavirus dinero del Instituto Nacional de Carnes y del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, presentando la movida como aportes de los productores rurales. Las autoridades justifican esto último con el curioso argumento de que ese dinero tiene “origen privado” (como sucede también, por ejemplo, con el recaudado mediante impuestos, o con el que se paga por servicios públicos...).

Hasta mañana.