Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.
Los datos relacionados con la covid-19 no nos dan tregua. Ayer se informó sobre 710 casos nuevos, 8.157 activos, 114 personas en camas de cuidados intensivos, que tienen una ocupación total de 59,1%, y 13 muertes, que son la mayor cantidad registrada hasta ahora en una jornada. Lamentablemente, el número de fallecimientos tiene una relación con el de personas en CTI: a medida que el primero crece, es muy probable que también lo haga el segundo.
En el hospital de Paysandú, los contagios de trabajadores de la salud y las cuarentenas preventivas correspondientes llevaron a un cierre transitorio del CTI destinado a casos de covid-19, que por suerte podrá reabrir hoy. El episodio muestra la posibilidad de problemas similares si continúa la tendencia actual al aumento de los contagios, y subraya la necesidad de precauciones.
A su vez, el impacto económico y social acumulado de la pandemia en nuestro país es muy preocupante. El Centro de Investigaciones Económicas estima que en 2020 la contracción de la actividad estuvo en el entorno de 6,1%, los datos disponibles llevan a pensar que se perdieron unos 60.000 puestos de trabajo, y el agravamiento de la situación sanitaria hace prever que este año no será posible recuperar ni siquiera la tercera parte. Las consecuencias de esto incluyen un aumento importante de la cantidad de personas en situación de pobreza.
Con este panorama, no parece haber algo más urgente que definir y poner en práctica nuevas medidas estatales para desacelerar la propagación del virus, auxiliar a la población y los sectores de actividad más vulnerables, y extremar los esfuerzos para acceder a vacunas, de modo que sea posible cuanto antes iniciar la inmunización. Sin embargo, no se han anunciado todavía novedades al respecto, y algunas de las noticias incluidas en esta edición indican que hay sectores y dirigentes políticos con otras prioridades.
El diario El País publicó ayer una entrevista con el intendente de Colonia, Carlos Moreira, en la que habla de su eventual regreso al Partido Nacional, de cómo quedó su relación con dirigentes de este, del manejo de los recursos de la intendencia por parte de quien lo precedió y de varios otros asuntos, pero no de medidas sanitarias ni de asistencia a quienes la necesitan.
Nadie sensato le puede restar importancia a la reforma del sistema de seguridad social, pero no da la impresión de que sea provechoso apurar el proceso de diagnóstico y propuestas por parte de la comisión de expertos. Sobre todo cuando los representantes en ella de la oposición consideran que el borrador aportado por el oficialismo expresa una visión “parcial e incompleta”, que no distingue datos de opiniones y omite previsiones para las llamadas cajas paraestatales.
Tampoco parece de extrema urgencia el proyecto de “reparación a las víctimas de actos cometidos por grupos armados de carácter ideológico”, presentado por Cabildo Abierto, sobre el que se explayó, en una entrevista con la diaria, Raúl Lozano, senador de ese partido.
Hasta la próxima.