Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.
Por aquello de la presunción de inocencia, se podría pensar que el ministro colorado de Turismo, Germán Cardoso, tiene una mala suerte pocas veces vista, que acumula sospechas sobre él.
En 2015, cuando era diputado, fue acusado por dirigentes de su partido de haber realizado un acuerdo para favorecer electoralmente al nacionalista Enrique Antía, quien ese año ganó por segunda vez la intendencia de Maldonado. Tal acuerdo habría consistido en que Cardoso no se postulara a la comuna, a cambio de que luego Antía designara en cargos de confianza a personas del sector liderado por el legislador.
En 2017 Cardoso tuvo que explicarles a un fiscal y un juez en lo penal (“ante algunos dichos maliciosos” según dijo) su relación con Francisco Sanabria, propietario del Cambio Nelson de Maldonado y procesado con prisión por varios delitos vinculados con actividades ilegales de esa empresa.
Sanabria era amigo de Cardoso y su suplente en el Parlamento, había contribuido a su campaña electoral y antes lo había tenido como secretario en el Senado, además de haber sido su empleador en una empresa que alquilaba autos, pero el legislador aseguró que él era totalmente ajeno a los ilícitos.
Hace un par de meses el ministro tuvo que explicar nuevamente su vínculo con un acusado de varios delitos. Esa vez se trataba del comisario de policía Fernando Pereira, jerarca de la Jefatura de Maldonado. El fiscal actuante dio a conocer que durante la investigación se habían grabado conversaciones telefónicas de Pereira con Cardoso, en las que este le pidió diversos favores e información reservada.
El cumplimiento de esos pedidos constituyó delitos de abuso de funciones que se le imputaron al comisario, pero la causa no ha tenido consecuencias para Cardoso, quien alegó que las llamadas a Pereira se produjeron en el contexto de un vínculo personal, sin reportarle beneficio alguno. Fue respaldado por dirigentes colorados y nacionalistas, incluyendo al presidente Luis Lacalle Pou. Luis Alberto Heber, consultado por periodistas, dijo que él no es “juez ético de nadie”.
Ayer surgió un nuevo escándalo porque el director nacional de Turismo, Martín Pérez Banchero, afirmó en declaraciones publicadas por Búsqueda que Cardoso le había exigido que se hiciera responsable de compras directas de publicidad dispuestas por él, “algunas de más de medio millón de dólares a una única empresa”. Pérez Banchero sostuvo que el ministro utiliza en forma sistemática ese procedimiento, que debería ser excepcional. “Me dijo que si no firmaba me echaba; le dije que me echara, y bueno, procedió”, contó el ahora ex director.
El ministro habló ayer brevemente, en el programa radial Primera Mañana de El Espectador, sobre las compras directas. “Las diferentes circunstancias que hemos venido transitando han hecho que tengamos que recurrir a procedimientos en algunos casos con tiempo, con llamados, [y] en otros con la consulta constante al Tribunal de Cuentas, ajustada a derecho”, dijo.
La bancada del Frente Amplio analiza si impulsará una comisión investigadora o un llamado a sala para entender qué significa esa vaga explicación y -en el mejor de los casos- evitar dichos maliciosos.
Hasta el lunes.