Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

La Usina de Percepción Ciudadana realizó un relevamiento sobre intenciones y motivaciones de voto en el referéndum sobre 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC) que se llevará a cabo el 27 de marzo. La investigación refuerza algunas presunciones y sugiere que el resultado dependerá de un sector relativamente minoritario de actuales indecisos.

Lo primero que se mira son los porcentajes por el Sí y el No, y estos revelan que, en la muestra de personas consultadas, las partidarias de dejar sin efecto los artículos impugnados fueron más, 43% frente a 38% por el No. Pero quienes manifestaron que no se habían decidido fueron 15%, con 3% de intenciones de voto en blanco o anulado, que se ubican dentro de lo históricamente habitual.

El resultado final tendrá que ver, obviamente, no sólo con las decisiones de quienes aún no saben qué harán el 27 de marzo, sino también con eventuales cambios de opinión entre las personas que ya consideran definido su voto, pero la segunda variable parece considerablemente más difícil de modificar.

Datos adicionales obtenidos de quienes afirmaron estar decididos señalan que tanto dentro del campo del No como en el del Sí hay grandes mayorías alineadas, respectivamente, con el apoyo o la oposición al gobierno nacional. Estas mayorías, además, justifican su opción para el referéndum en línea con las respectivas campañas, con predominio del apoyo a las normas sobre seguridad de la LUC como motivo del No, y de rechazo a “la orientación política general de la LUC” como motivo del Sí.

Por otra parte, es muy significativo que, si bien 30% de las personas consultadas manifestaron que tenían poca o nula información sobre el contenido de los artículos impugnados, la proporción de indecisos es, como ya se dijo, 15%. Esto quiere decir que la mitad de las personas desinformadas tenían una decisión tomada, que parece razonable atribuir a preferencias generales bastante firmes en el eje oficialismo-oposición.

Pero sobre esto hay que decir algo más, de mucha importancia. A la hora de convertir el apoyo al gobierno nacional en votos por No, y la oposición a este en votos por Sí, el oficialismo ha sido relativamente menos exitoso según los datos obtenidos por la encuesta. Por lo tanto, y aplicando comparaciones de trazo grueso, la distribución de preferencias se alejó de los resultados de la primera vuelta de 2019 y de lo que se informó en varias encuestas sobre popularidad y aprobación del gobierno que encabeza Luis Lacalle Pou, y en cambio se acerca a una relación bastante pareja, en la línea marcada por el repunte frenteamplista entre aquella primera vuelta y el balotaje.

La expresión de motivaciones para la intención de voto muestra que algunas cuestiones enfatizadas en las campañas no tienen un peso fuerte en las decisiones ciudadanas, pero es crucial comprender que lo antedicho vale para quienes dijeron tener posición tomada, mientras que la disputa se ubica en el terreno de las personas indecisas. Lo que más les debe importar a los partidarios del Sí y del No es identificar qué asuntos les importan más a esas personas y pueden llevarlas a definirse.

Hasta mañana.