Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

Como es de público conocimiento, la inflación aumentó en forma acelerada en los últimos meses, y los precios de alimentos básicos están entre los que más han subido.

Ante esta preocupante situación, que afecta en especial a las personas con menores ingresos, el Poder Ejecutivo eliminó transitoriamente el IVA mínimo de 10% a algunos alimentos y anunció aumentos de salarios públicos, jubilaciones y pensiones a cuenta de futuros reajustes y que recién se aplicarán a partir del 1º de julio.

Esto no sólo les pareció insuficiente a quienes tienen grandes dificultades para llegar a fin de mes, al PIT-CNT, a otras organizaciones sociales y al Frente Amplio, sino también a parte de los integrantes de la coalición de gobierno. Hay una gran cantidad de propuestas presentadas para reducir daños, y varias de ellas provienen de Cabildo Abierto (CA) y del sector Ciudadanos del Partido Colorado.

Entre estas propuestas está la de ampliar la eliminación de ese IVA mínimo, aplicándola durante un período más prolongado, de seis meses, y a más tipos de alimentos. Concretamente, a 19: harina, azúcar, fideos, arroz, aceite, sal, polenta, pulpa de tomate, lentejas, porotos, leche en polvo, huevos, cocoa, café, avena, cortes de carne vacuna, pollo, carne de cerdo y pan.

Cabe aclarar que, por ejemplo, como medio kilo de polenta cuesta hoy unos 38 pesos con el IVA de 10%, si la eliminación transitoria de ese impuesto se trasladara por completo a su precio para el público, pasaría a costar 34 o 35 pesos. No resultaría, por cierto, un enorme alivio, pero algo es algo.

Como sólo el Ejecutivo tiene la potestad de proponer leyes que modifiquen impuestos, lo que se puede hacer desde el Parlamento es pedirle que lo haga, mediante lo que se llama una “minuta de comunicación”. Esta iniciativa, planteada por CA y apoyada por el FA y Ciudadanos, fue aprobada por la Comisión de Hacienda del Senado y ayer por el plenario de esa cámara, en ambos casos por unanimidad.

El mensaje incluye también las solicitudes de que se impulsen “acuerdos con la cadena de distribución y comercialización de esos productos” para “mantener bajo control determinados márgenes” que los encarecen, y que se consideren la importación directa de algunos productos y compensaciones a los pequeños comerciantes afectados.

Todo esto fue, como se dijo, unánime, pero varios legisladores que integran la corriente mayoritaria del Partido Nacional y otros del sector sanguinettista colorado aclararon que habían votado el envío de la minuta al Ejecutivo en un gesto de “cortesía parlamentaria”, sin estar de acuerdo con la propuesta.

Se podría decir que un grupo de senadores oficialistas (que son, según la nacionalista Graciela Bianchi, “la mayoría”) quieren quedarse con el pan y con la torta, pero esa trillada metáfora es de mal gusto en este período de carestía. Más vale señalar, simplemente, que no quieren que se enojen con ellos los potenciales beneficiarios de las medidas propuestas, pero tampoco el presidente Luis Lacalle Pou y su equipo económico. Dicen que lo cortés no quita lo valiente, y quizá tampoco lo cobarde, pero en todo caso hay una dura realidad indisimulable: la cortesía no se come.

Hasta mañana.