Ante la situación crítica del agua en el área metropolitana, el gobierno anunció el martes una serie de medidas. Mientras se barajan diferentes acciones y otras se ponen en marcha a su tiempo, hay un mensaje que persiste en la mayoría de los discursos de jerarcas: hay que esperar a que llueva. El propio secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, aseguró durante la conferencia del martes “el suministro de esta calidad de agua [en referencia a los nuevos parámetros habilitados] hasta que lleguen las lluvias”.

Los pronósticos no son muy auspiciosos para esperar que se puedan revertir las tendencias actuales, al menos en el corto plazo. En diálogo con la diaria, el jefe de Pronóstico del Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet), Néstor Santayana, señaló que “los períodos de lluvia comenzarán a normalizarse a fines del invierno e inicio de la primavera, asociado al fenómeno climático El Niño”. El volumen normal o esperable de lluvias a nivel mensual en Uruguay se establece en promedio entre 100 mm y 130 mm, explicó Santayana, y esa situación recién comenzará a registrarse a mediados de julio y agosto.

No obstante, aclaró que antes de esa fecha pueden ocurrir episodios de lluvias “puntualmente abundantes”, pero no implicaría una solución a la situación actual de déficit hídrico. “Este viernes empezamos un período húmedo, que va a ser el más importante de este mes”, señaló el jefe de Pronóstico. Además, sostuvo que en los primeros 18 días de mayo “prácticamente no llovió” al sur del río Negro. En ese sentido, señaló que hasta la fecha “tenemos un promedio de 10 mm, cuando la media mensual es 100 mm”. “Hasta el momento, en las cuencas del Santa Lucía y del Río de la Plata llovió menos de 15%”, agregó.

Para lo que resta de mayo, el Inumet prevé tres períodos de precipitaciones. El primero a partir de la tarde-noche de este viernes hasta el domingo 21, con valores de lluvias “escasos” y “puntualmente moderados”. El segundo será entre el 24 y 25 y el último a fines de este mes, anunció Santayana.

Al respecto, dijo que si bien estas lluvias “no van a solucionar el tema de la sequía”, “hoy cualquier milímetro hace la diferencia. Se puede dar que en los reservorios no suba sustancialmente el nivel de los cauces, pero pueden dejar de perder. Hoy con cada día que no llueve el caudal baja cada vez”.

A la falta de lluvias agregó que las temperaturas han estado por encima de la media esperable para esta altura del año, y eso incrementa la evaporación del agua. “Tenemos pérdidas por los dos lados: por el consumo y por la evaporación, sumado a que no llueve. Este período es muy bien bienvenido principalmente para las pasturas, y algo de eso puede colaborar a que no siga bajando el caudal”, expresó.

Entonces, ¿cuánto tiene que llover para que se revierta la situación actual? Esta es una pregunta sin respuesta cerrada.

“Hay que tomarlo con pinzas, porque si digo que están faltando 800 mm y llueve esa cantidad en dos días, esa no es la solución. La solución es que se den en varios eventos consecutivos”, expresó Santayana. De todas formas, dijo que “hoy, en principio, el déficit en el sur del país supera los 600 mm”, lo que quiere decir que esa es la cantidad de agua que hace falta para llegar a la “normalidad meteorológica”. “En la medida en que esos valores se vayan acumulando de forma consecutiva, la cosa se va a ir revirtiendo poco a poco”, agregó.

“Tenemos que esperar que comience a precipitar de forma más consecutiva, con valores más abundantes que moderados; los últimos episodios que tuvimos fueron más escasos”, apuntó Santayana. Explicó que grandes volúmenes de lluvia permitirán generar “un colchón de humedad suficiente como para que empiece a generar escorrentía superficial” y que el agua “empiece a penetrar un poco más en la tierra y empiece a llenar los reservorios”.

El meteorólogo sostuvo que las cuencas del río Santa Lucía y del Río de la Plata tienen una “anomalía que supera el -100%”, según datos de la Dirección Nacional del Agua del Ministerio de Ambiente.

Tampoco es fácil determinar cuántos días debería llover para generar ese acumulado que falta, porque depende de cuántos milímetros de agua caigan cada día. No obstante, sí es posible definir en qué zonas sería beneficioso que lloviera para mitigar la situación en el área metropolitana. En ese sentido, Santayana planteó que debería llover en Florida, Lavalleja y en la frontera de San José y Canelones con Florida; “lo más arriba posible de las represas, como Paso Severino”. “No es de utilidad que llueva en Montevideo, como sucedió en abril, que la capital experimentó precipitaciones importantes, porque no aporta a la cuenca del río Santa Lucía.