Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

El secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, afirmó ayer que el Poder Ejecutivo considera prioritario el combate al lavado de activos y el narcotráfico, dos actividades que, como bien señaló, están a menudo asociadas. Pero los datos de la realidad no confirman estas prioridades.

Delgado habló en el Palacio Legislativo después de asistir junto con el secretario nacional para la Lucha contra el Lavado de Activos y el Financiamiento del Terrorismo, Jorge Chediak, a la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda del Senado, que trata el proyecto de Rendición de Cuentas.

En la comisión, Chediak dio explicaciones acerca de la evaluación nacional de riesgos en la materia de la que se ocupa su secretaría, actualizada a julio de este año, y el panorama no es para nada alentador.

En el documento se señala que la situación se ha agravado respecto de la anterior evaluación, entre otras cosas porque aumentó el narcotráfico de organizaciones brasileñas y argentinas que utilizan la hidrovía Paraguay-Paraná para enviar drogas ilegales a Europa, y “se ha constatado la utilización del puerto de Montevideo para envíos de cocaína, con numerosos casos detectados por las autoridades uruguayas y las de los puertos de destino”.

También se indica que “existe información sobre la posible presencia de un cartel liderado por narcotraficantes de nacionalidad uruguaya que estaría operando con las organizaciones de la región”; que “Uruguay ya no es sólo un país de tránsito”, ya que se ha constatado producción nacional de drogas sintéticas, y que si bien hasta ahora “los circuitos de acopio y exportación de drogas se encuentran diferenciados de los dedicados a la distribución para el consumo interno” existe un vínculo entre estos y los grupos regionales que movilizan la droga en tránsito, de modo que es creciente el riesgo de que “se produzcan cambios cualitativos y cuantitativos que potencien la problemática del narcotráfico en el país”.

En lo referido al lavado de activos, la evaluación destaca que el sector financiero uruguayo “presenta un importante nivel de riesgo dado el volumen de operaciones, los clientes con los que opera y el tipo de operaciones que realiza”.

Por otra parte, se afirma que las normas en esta materia han mejorado mucho desde la anterior evaluación, pero la asignación de recursos humanos y materiales para cumplirlas “es aún insuficiente”.

A este informe especializado deben agregarse hechos notorios como la flexibilización de las exigencias de inclusión financiera, la disminución de reportes sobre transacciones sospechosas y el escandaloso otorgamiento al narcotraficante Sebastián Marset de un pasaporte que le fue entregado cuando estaba preso en Dubái y le permitió quedar en libertad, para irse de ese país con rumbo desconocido hasta su reciente ubicación en Bolivia. Allí escapó de un procedimiento policial para detenerlo y se mantiene prófugo, al tiempo que, según dijo ayer el ministro Luis Alberto Heber, amenaza con represalias a periodistas que se ocupan de su caso.

No basta con declarar, como lo ha hecho Heber, que las autoridades están en guerra contra el narcotráfico. Las guerras requieren recursos.

Hasta mañana.