Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.
El sector Ciudadanos fue creado hace seis años, en una coyuntura muy particular del Partido Colorado (PC). Pedro Bordaberry había anunciado que no volvería a ser candidato, tras una década de predominio en esa fuerza política que le impuso un perfil conservador y no logró revertir su relegamiento a un lejano tercer lugar electoral desde el final del gobierno de Jorge Batlle. No había figuras nuevas de peso entre los seguidores de Julio María Sanguinetti, que ya tenía 82 años. Fue entonces que emergió la figura de Ernesto Talvi, quien logró reunir a un grupo de dirigentes de diversos orígenes (en parte procedentes del sector de Bordaberry), derrotar a Sanguinetti en las elecciones internas coloradas de 2019, repetir ese triunfo en las nacionales y asumir como canciller en 2020, pero antes de cumplir cinco meses en el cargo renunció y se alejó de la actividad partidaria, dejando a Ciudadanos sin cabeza.
La bancada del sector era la mayor del PC y sus votos eran indispensables para que la coalición de gobierno aprobara leyes, pero en su breve trayectoria no había consolidado una identidad colectiva capaz de persistir sin Talvi. Adrián Peña asumió una función con más características de coordinación que de liderazgo, y la candidatura para las internas de este año es la de Robert Silva, quien tampoco logró ser aceptado como jefe por la heterogénea plana mayor que se había congregado en 2018.
Varios dirigentes han emigrado ya hacia el sector encabezado por Gabriel Gurméndez, proveniente de la lista 15 de Jorge Batlle, y quienes están alineados con Silva adoptaron una nueva denominación, Crece, que de algún modo señala el ocaso de lo que se llamó Ciudadanos. Es difícil evaluar en qué medida esto significa un cambio de orientación, porque el perfil de Talvi, en su vertiginoso pero fugaz ascenso, era distinto del que este había marcado en su trayectoria anterior, y en 2020 estaba por verse cuáles iban a ser sus próximos movimientos políticos.
Talvi había estado desde 1997 al frente del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), fundado en 1985, entre otros, por Ramón Díaz y Ricardo Peirano, dos personas con ideologías muy representativas de lo que se suele llamar neoliberalismo, aunque él prefería definirse cuando entró a la actividad partidaria como un “liberal progresista”. Más allá de las etiquetas, el marco teórico de los análisis de Ceres y las propuestas de esa institución, muy influyentes en la derecha uruguaya durante décadas, no eran por cierto muy congruentes con lo que en Uruguay se considera progresismo.
Sin embargo, durante la última campaña electoral, varios factores (entre ellos, sus cuestionamientos a Sanguinetti y a Guido Manini Ríos) llevaron a que Talvi fuera visto por parte de la ciudadanía como una figura de centroizquierda, y es bastante claro que en 2019 logró quitarle bastantes votos al Frente Amplio, al tiempo que perdía otros en beneficio de Cabildo Abierto, pero no terminó de quedar claro hacia dónde iba y nunca lo sabremos.
En todo caso, hoy Ciudadanos (o Crece) es algo bastante distinto, aunque es posible que a Silva le vaya bien en las internas de este PC débil y fragmentado.
Hasta el lunes.