Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.
El análisis de la política destaca con frecuencia causas, contextos y antecedentes, complejas tramas de vínculos entre la historia y la coyuntura. Pero la política se desarrolla también en el terreno de lo inesperado y lo súbito, donde el arte de descubrir oportunidades e inventar caminos nuevos es decisivo.
El gran periodista deportivo argentino Dante Panzeri se refirió al fútbol, en un libro de 1967, como “dinámica de lo impensado”, y el concepto se puede aplicar a la irrupción en la campaña electoral de una nueva propuesta de plebiscito. Esta busca integrar a la Constitución normas de transparencia e igualdad de oportunidades para ingresos y ascensos de personal en los gobiernos departamentales, que el Senado discutió y no pudo aprobar el martes de la semana pasada, porque la oposición en bloque del Partido Nacional (PN) determinó que faltara un voto para reunir la mayoría especial de dos tercios requerida. Fue la última batalla parlamentaria del colorado Adrián Peña, autor del proyecto, antes de fallecer el jueves en un siniestro de tránsito.
El sábado, en la edición de fin de semana de la diaria, el politólogo Daniel Chasquetti señaló la importancia del proyecto de Peña y propuso “llevar adelante un plebiscito en octubre de este año con el objetivo de incorporar a la Constitución la norma de ingreso por concurso a los gobiernos departamentales”, mediante la presentación de un proyecto de reforma apoyado por dos quintos de los integrantes de la Asamblea General. Esto, concluyó, “le haría un bien al país y, de paso, honraría la digna memoria de Adrián Peña”.
La idea fue bien recibida por parlamentarios que habían votado el proyecto de Peña, y su sector, Ciudadanos, decidió redactar la propuesta de enmienda constitucional planteada por Chasquetti. Ayer la dio a conocer e invitó a firmarla a legisladores de todos los partidos. Todo indica que puede reunir con creces el respaldo requerido para que se realice una consulta popular.
Peña fue elegido como coordinador de Ciudadanos luego de que Ernesto Talvi decidiera alejarse de la política partidaria, pero no era el precandidato del sector en las internas coloradas, ni comandaba la campaña de Robert Silva, que no se desarrolla en nombre de Ciudadanos sino con una nueva denominación: Crece. Sin embargo, la última jugada política del senador tuvo un efecto que no había logrado ninguna de las ocho personas que compiten en la interna colorada, y que algunas de ellas ni siquiera parecen intentar: señaló una diferencia de fondo con el PN arraigada en principios y vinculada con la vida cotidiana de mucha gente, que rescata la impronta modernizadora del viejo batllismo.
De todos modos, Peña nunca habló de impulsar una reforma constitucional, y tampoco lo hizo ninguno de los 19 senadores que apoyaron su proyecto. El impacto de su muerte creó un ambiente propicio para que homenajearlo fuera algo más que hacer discursos, la idea del plebiscito se planteó desde fuera del sistema partidario, y Ciudadanos tuvo la inteligencia y la decisión necesarias para impulsarla. Ahora la dinámica de lo impensado pone en jaque a los nacionalistas, pero sobre todo al clientelismo.
Hasta mañana.