Como si de golpe a nadie le molestara hacer cola, en las últimas horas de la noche de ayer continuaba la larga fila de personas que esperaban para ingresar al Palacio Legislativo para despedir al expresidente José Mujica, que falleció el martes a los 89 años. Entre la multitud hubo vecinos que salieron de sus trabajos, lugares de estudio o hasta del médico, y pasaron a buscar a sus hijos o a algún familiar, pero también llegaron hasta el Salón de los Pasos Perdidos militantes, referentes políticos y autoridades de todos los niveles de gobierno. Sus testimonios sobre Mujica y su legado, y las razones de por qué estuvieron más de una hora haciendo cola abren esta edición.

Seguramente esas escenas se repetirán hoy, cuando desde las 10.00 continúe el velatorio, que además de recibir a miles de uruguayos de todas las edades, también será punto de encuentro de varios mandatarios extranjeros que llegarán al país sólo para participar de la despedida de quien consideran un referente de las izquierdas de la región y del mundo. Entre ellos estarán los presidentes de Brasil, Lula da Silva, de Chile, Gabriel Boric y de Colombia, Gustavo Petro.

Ayer, las despedidas a quien fue presidente de Uruguay entre 2010 y 2015 empezaron con el cortejo fúnebre que partió desde la Torre Ejecutiva a las 10.00 y acompañó sus restos hasta el Palacio Legislativo. El presidente Yamandú Orsi y sus ministros encabezaron a pie el homenaje oficial durante gran parte del recorrido. Pero protocolo y cureña aparte, estuvo la gente. Miles de personas, jóvenes, veteranos, niños, mujeres y hombres, algunos derramando lágrimas, otros abrazándose, otros gritando o registrando el pasaje del cortejo, se sumaron al recorrido para despedir a su manera a quien “nos dejó una idea” que “la vamos a seguir”, como dijo una mujer.

De otra mujer, un poco más conocida, también había que hablar. Acompañando el cortejo del amor de su vida, bañada de entereza, y tratando de captar cada instante de esa despedida llena de vida, Lucía Topolansky, la exvicepresidenta, la política, pero también la pareja, la compañera, estuvo ayer, estuvo como siempre o como la mayor parte de esa vida que compartieron. Nuestra compañera Lucía Chu repasa la historia de esa vida en pareja, que pasó por tatuceras, cárceles, chacras, motonetas y palacios de todo tipo, uniendo “las utopías del amor y la militancia”.

Pero también hay para leer sobre Mujica y la “educación, educación, educación”, sobre las despedidas que le dedicaron músicos y artistas de acá y de allá, acerca de su visión sobre personalidades y gobiernos extranjeros, y hasta una semblanza de cuando el movimiento de jugadores de fútbol Más Unidos Que Nunca lo visitó en la chacra.

Como si fuera poco, a nuestro compañero Marcelo Pereira le tocó debutar con sus columnas de contratapa también hablando de Mujica. Seguro que no dejarán de leer “Tres virtudes y tres malentendidos” antes de soltar el diario.