Este año sí estuvo Artigas a caballo en la previa, altos edificios enmarcaron el recorrido y las luces de colores reflejaron el escenario: el Desfile Inaugural de Carnaval volvió a 18 de Julio.
En contraste con el desfile del año pasado en las canteras del Parque Rodó, que generó inconformidad por el aforo y el precio de las entradas, este fue una fiesta. Las casi siete cuadras del recorrido estaban atestadas de gente y detrás de las sillas se arrimaron cientos de personas. La alegría del regreso se palpitó en el aire durante toda la noche.
Ramiro Pallares, presidente del jurado del Concurso Oficial y asesor de Cultura de la Intendencia de Montevideo (IM), dijo en diálogo con la diaria que la vuelta a 18 de Julio significa “recuperar algo que todos conocemos y está buenísimo simbólicamente; después de haber atravesado un año sin carnaval y uno con un carnaval muy particular es lindo que la tradición vuelva a su lugar de origen”. Mencionó, por ejemplo, algunas innovaciones que se habían introducido en el último desfile sobre esta avenida: la longitud del recorrido, la introducción del escenario al final del recorrido y la iluminación de la plaza Cagancha con bombitas de colores.
Pocos minutos antes de las 21.00 abrieron el desfile, que se estructuró en bloques, y conjuntos fuera de concurso: Balelé, “la primera comparsa de ciegos e inclusiva de Uruguay”, Géminis, Bola 8, que hizo cantar al público a los gritos y bailar al ritmo de su famosa canción “Ya es ajena”, Los Patanes, Bafo da Onça, De Todas Partes y La Bacana (un conjunto australiano que hace murga estilo uruguayo).
Luego recorrió las siete cuadras del desfile el carro oficial del carnaval, que representó a diferentes comunidades de República Dominicana (máscara de Abechisa, del carnaval de Mao), Venezuela (máscara de Diablo), Cuba (bailarinas de comparsa), para “visibilizar una ciudad integrada, solidaria y diversa luego de la llegada de las nuevas corrientes migratorias”. También honró a los tamborileros uruguayos.
Cerró el primer bloque el Sindicato Único de Carnavaleras y Carnavaleros de Uruguay, que desde hace años trabaja de manera organizada por los derechos de las trabajadoras y los trabajadores del carnaval. Participó por primera vez el colectivo de murgas de Rocha, que desde el año pasado organiza tablados de manera autónoma, ante la falta de apoyo de la intendencia departamental.
Los 39 conjuntos del Concurso Oficial del Carnaval comenzaron a desfilar pocos minutos después de las 21.40 y mostraron por primera vez, a cuatro días de que comience la primera etapa en el Teatro de Verano, parte de sus espectáculos 2023 al llegar al escenario dispuesto en la plaza Libertad.
Por primera vez desde 1973 una comparsa de Ansina abrió el desfile: Valores, ganadora de la edición 2022, que llevó una bandera en honor a César Pintos, creador de Sarabanda, que falleció hace pocos días. Le siguieron C1080, que homenajeó a Carlos Páez Vilaró en su centenario; Sarabanda, Yambo Kenia e Integración.
Maccarena Rosadilla, vedette de Yambo Kenia, dijo a la diaria que las horas y días previos al desfile se vivieron “con gran expectativa por lo que implica volver a 18 de julio” y que el conjunto llegó “con largas horas de ensayo, preparando el espectáculo para el Teatro de Verano pero en simultáneo ensayando para el desfile y las Llamadas”. “Estamos felices”, agregó.
Aunque el recorrido es más corto que el de las Llamadas, Rosadilla aseguró que “es bastante engañoso por la dimensión de la calle 18 de julio, que es más amplia. “La gente piensa que es cortito pero son casi siete cuadras, y al tener que estar en constante movimiento de una punta a la otra nos cansamos. Es un desfile con un público distinto, pero es hermoso”, detalló.
El segundo bloque lo integraron las murgas Nos Obligan a Salir (ganadora del desfile el año pasado), que integró a varias figuras este año: el Zurdo Bessio, Jimena Vázquez y Petru Valensky; Queso Magro, que le dedicó el desfile a la selección argentina; La Cayetana, directo desde San Carlos; Los Diablos Verdes y Doña Bastarda, que subieron al escenario con intérpretes de lengua de señas; y las revistas Madame Gótica (campeona 2022), La Compañía, Tabú y House, que cantaron y bailaron durante todo el recorrido y animaron al público.
Imanol Sibes, integrante de Doña Bastarda, relató a la diaria que el reencuentro con el público en 18 de julio “significa un montón”: “es volver de otra forma, recién decíamos con Gastón [Abellá, segundo] qué lindo volver, pero volver a 18. Nos gusta mucho el desfile, lo disfrutamos mucho y, si bien el año pasado estuvo lindo, sentir lo que se siente acá, ver las luces y las marquesinas, es una alegría”. Aunque sabe que para algunas personas el recorrido es “cansador” y “largo”, para él “es un momento en el que no venís a competir, no venís a medirte; esto de llegar, saludar a tus amigos de otras murgas, ver los trajes y creaciones nuevas y estar cerquita de la gente sin ninguna presión es increíble”.
Alina Negrín Malán, sobreprima de Queso Magro, que desfiló por primera vez, comentó a la diaria después del desfile que se quedó con una sensación “divina, era mi primer desfile y estuvo de más, se pasa volando, está toda la gente, la hinchada de la murga, es hermoso”.
Por su parte, Alison Fernández, bailarina de Tabú, dijo que desfilar genera “una gran emoción, ansiedad y alegría” y contó que es exigente el recorrido porque “bailamos mucho, no paramos en todo el desfile, no empezó y ya estamos agotados, pero re contentos”.
La apertura del tercer bloque fue con las murgas La Venganza de los Utileros, que cantó parte de su presentación en el escenario de la plaza; Asaltantes con Patente, ganadores del concurso el año pasado; La Clave, que este año cumple 25 años; Metele Que Son Pasteles, que volvió a incorporar intérpretes de lengua de señas entre sus componentes, y la histórica Curtidores de Hongos.
Los Hongos llegaron al escenario mientras los Pasteles cantaban, se quedaron mirando la presentación, aplaudieron y hubo abrazos en la bajada.
Cerraron el bloque los humoristas Sociedad Anónima (ganadores del desfile del año pasado) que recorrieron 18 de julio en bicicletas, con un cabezudo vestido de Pinocho cuyo rostro se parecía mucho al del presidente, Luis Lacalle Pou, y entregando “pasaportes” al público. También estuvieron Los Rolin, conjunto en el que dijeron presente Avatar y una monja; Los Choby's, que desfilaron con una piscina gigante en la que volvió con gran estilo a Carnaval Leo Pacella; y Cyranos, conjunto hexacampeón que no salió los últimos años y generó mucha expectativa por la calidad de su espectáculo en la prueba de admisión.
Lorena Ifrán, integrante de Los Choby's, aseguró: “Hoy se larga toda la alegría. Es el comienzo de la fiesta, lo que venís ensayando hace mucho. Es un placer, está la familia, los amigos y toda la gente que vino a disfrutar de este momento. Este año traemos una pool party, nuestras piscinas de piscinas Tankes, que es uno de nuestros auspiciantes, va Pacella arriba, nos vamos a divertir”.
El cuarto bloque fue de murgas: Mi Vieja Mula, con los viejos vinagres de los antiguos carnavales; Jardín del Pueblo, la murga de Paysandú; La Gran Muñeca, dirigida por Edú Pitufo Lombardo; La Trasnochada, con La historia del mago Flores, y Cayó la Cabra, que presentó parte de su espectáculo Si quiero o si tengo.
En cada esquina del recorrido del desfile hubo integrantes del Punto Violeta de la IM, un programa de referencia y asesoramiento ante situaciones de violencia de género, brindando información y materiales. “El Punto Violeta es un espacio seguro y de confianza al que podés acercarte para recibir acompañamiento si estás en una situación de violencia de género o precisás orientación al respecto”, explican desde la IM en su página web, e informan que está habilitado el número 099 019 500, al que se puede enviar un mensaje con el texto “no estás sola” para solicitar ayuda.
Por último, desfiló el bloque de parodistas con Zíngaros (ganadores en 2022) a la cabeza aplaudidos por una gran hinchada; Aristophanes, que presentaron los personajes de sus parodias; Los Muchachos hicieron bailar al público con canciones de Gilda; Caballeros, que presentó parte de su espectáculo Entre sueños y leyendas; y Momosapiens, que cantó sobre la inclusión mientras todos los componentes acompañaban a las intérpretes de lengua de señas.
Ludmila Melcon, integrante de Zíngaros, contó que este desfile le generó “tremenda emoción”: “es muy especial porque es el primero en carnaval mayor y el primero con mi padre, así que creo que va a ser una noche para coronar; ver a toda la gente que está a nuestro alrededor apoyándonos es impagable”.
A las dos de la madrugada cerraron el bloque y el desfile las murgas La Nueva Milonga, conjunto histórico que retornó este año; Un Título Viejo, que volvió tras un par de años sin salir; A la Bartola con sus villanxs de uñas largas y puntiagudas; Gente Grande, murga joven que participa por primera vez en el carnaval de Daecpu; Barrio Querido, que llegó directo del Cerro con inciensos, una combi y un cartel que decía “FUA, QUÉ TARDE”; y De Frente y Mano, conjunto maragato con veinte años de trayectoria en el interior que debutó este año en el concurso y subió al escenario del desfile con la frase “QUEREMOS GANAR!” escrita en un cartón a cantar su retirada.
Al final del recorrido, en la plaza Libertad, murgas, parodistas, revistas y humoristas adelantaron fragmentos de sus espectáculos 2023, que se van a poder ver en distintos tablados a partir de este viernes 20 de enero. Ahora sí: ¡volvió Carnaval!
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