Tras liderar la investigación que derivó en la condena con prisión del exalcalde de Florencio Sánchez y de otras ocho personas, la fiscal letrada de Rosario, Sandra Fleitas, goza de unos días de licencia. “Estoy como si me hubiera pasado un ferrocarril por encima, porque se trató de un trabajo de mucho tiempo que sabíamos que podía tener lecturas de todo tipo, más allá de que yo le doy una lectura jurídica”, dijo Fleitas a la diaria.

Este año, además de la operación Corruptio, que derivó en el encarcelamiento del alcalde coloniense, Fleitas estuvo a cargo de la operación Fraude Universitario, que culminó con la condena con prisión de un comerciante y pastor evangélico lacazino y la incautación de cuantiosos bienes muebles e inmuebles que tenía en su poder.

Ambas operaciones estuvieron relacionadas con delitos de asociación para delinquir, lavado de activos, entre otros delitos previstos en el Código Penal cuyas aplicaciones no resultaban demasiado conocidas en el departamento de Colonia. “El crimen organizado a nivel nacional e internacional siempre tiene nexos con la administración pública, y en el departamento de Colonia no somos la excepción”, señaló la fiscal.

Explicó que se trata de “delitos complejos que hay que estudiar” y que “en la medida en que se investiga en profundidad” algunos casos, “empieza a encontrarse” la aplicación de los diferentes artículos previstos en el código penal. “No se está inventando nada nuevo, el tema está en la investigación”, aclaró.

Dos investigaciones

Fleitas recordó que la denuncia sobre hechos de corrupción en el municipio de Florencio Sánchez se radicó en 2018, y que ella ingresó a la Fiscalía de Rosario hace 16 meses. “Habría que preguntar por qué motivos no se avanzó en la investigación con anterioridad”, señaló Fleitas, y recordó que los fiscales “tienen independencia técnica, y todos nos especializamos en diferentes áreas, más allá de que todos los delitos son iguales de graves”.

En el caso denunciado en el municipio coloniense, “yo vi la organización para delinquir y la apliqué”. Consultada sobre si la investigación iniciada en ese municipio podrá generar otro tipo de denuncias penales, Fleitas señaló que “nunca sé cuándo termina un caso”, pero “por la evidencia que tengo ahora está cerrado”. No obstante, dijo que “puede aparecer algo que permita su reapertura”. La fiscal recordó que ninguno de los condenados en el marco de la operación Corruptio “habló en la Fiscalía, ninguno quiso decir nada”.

En relación a la operación Fraude Universitario, Fleitas adelantó: “Sigo investigando sobre el accionar de los profesionales universitarios” que prestaron asistencia al principal responsable de los delitos cometidos, el comerciante y pastor evangélico lacazino. “Yo investigo, no me importa color ni condición de los involucrados, y si creo que hay evidencias suficientes para sostener una acusación fiscal, no me importa que sean profesionales”.

Fleitas calificó de “muy graves” los delitos cometidos por el pastor evangélico. “Mucha gente sabía de este caso y estaba todo quieto, más allá de que había información desde 2018 sobre los títulos apócrifos” que comercializaba esa persona. “Pero cuando fui a la casa donde vivía y vi esa mansión, tomé dimensión y conocimiento de lo que había hecho hasta el momento”. Para Fleitas, el delito de lavado de activos “no es tan fácil comprenderlo”, y “este era un caso gravísimo”.