En los próximos días comenzarán las obras del desarrollo urbanístico +Colonia en El Calabrés, en el ingreso a Colonia del Sacramento. Luego de un arduo proceso que se inició en 2021, en primer lugar, con los trámites de aprobación de la Intendencia de Colonia y luego en el Ministerio de Ambiente (MA), los promotores de esta iniciativa, Carlos Bastitta, propietario de la tierra, y su hijo Eduardo, iniciarán la primera etapa del proyecto que pretende duplicar la población de esa ciudad. Esa fase demandará una inversión de 100 millones de dólares, de un total de 1.900 millones de dólares previsto para todo el proyecto.
En 2021, la comisión de Urbanismo y Territorio de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay (SAU) elaboró un informe sobre el proyecto +Colonia, en base a la información “públicamente divulgada hasta ese momento” por los desarrolladores del proyecto, según explicó a la diaria la secretaria general de la SAU, Stella Zuccolini.
Ese documento fue enviado al intendente de Colonia, Carlos Moreira, a la Junta Departamental de Colonia, al director de la Dirección Nacional de Calidad y Evaluación Ambiental (Dinacea), Eduardo Andrés, entre otras direcciones relacionadas al tema, y en ese momento “no tuvimos respuesta por parte de nadie”, expresó Zuccolini.
El proyecto siguió su camino, mientras la directiva de la SAU continuó estudiando y analizando la situación. En ese marco, “recibimos a los arquitectos del estudio Gómez Platero”, y “entendimos con más justificativos técnicos la propuesta”, recordó la arquitecta, y explicó que “siempre que hay un proyecto controvertido o que puede generar cambios importantes a nivel social y territorial, llamamos a los profesionales vinculados para que nos expliquen de primera mano”.
En el informe realizado, la SAU reconoce “las debilidades y amenazas” del proyecto que será de un “altísimo impacto territorial”, afirmó Zuccolini. De esta manera, la directiva central del gremio trabajó en conjunto con la comisión departamental “que trabaja diariamente en territorio, que es algo que nos distingue como asociación”, explicó.
Al momento de emitir un comunicado, la comisión directiva “forma una opinión con los delegados de cada departamento, que están emparentados con la situación”. Con respecto al proyecto +Colonia, “nos pasó algo muy singular”, dado que, al momento de tener el aval de los colegas, “hubo una retirada y no se respaldó el informe”, confesó Zuccolini. “En ese caso quedamos en minoría”, aunque algunos arquitectos colonienses “respaldaron el comunicado y están dispuestos a seguir dando batalla” sobre estos temas, y otros “están expectantes”, porque este tipo de proyectos “generan expectativas laborales para muchos colegas, y eso también es legítimo”, continuó.
Una de las primeras objeciones realizadas por la SAU a este proyecto corresponde a la “falta de inclusión social y equidad territorial” con la que cuenta ese emprendimiento. De acuerdo a la ley vigente de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Sustentable, “los proyectos sobre el territorio deben contar con una planificación sustentable con equidad social y adhesión territorial”, señaló la profesional.
A pesar de que en el estudio de impacto ambiental presentado por la empresa ante el Ministerio de Ambiente se señala que “se propone conformar una comunidad abierta e integrada a la ciudad, deberíamos preguntarnos cómo hacés para integrar esta burbuja que tiene como objetivo concreto a cierta población a la ciudad existente que se encuentra separada y conglomerada a pocos kilómetros de allí”, cuestionó la miembro de la Sau.
Zuccolini afirmó que “difícilmente encontremos a otra ciudad como Colonia del Sacramento con tanta segregación territorial”. “Si haces un mapa mental y observas la ciudad de Colonia, todo el desarrollo sobre la costa y hasta el puerto es un tipo de ciudad, y si te movés hacia el barrio El General ya tenés otra localidad”, explicó.
Para la secretaria general de la SAU, esta propuesta “genera otra segregación más, otra burbuja más a la capital departamental”. Si bien en el proyecto “da garantías sobre el acceso a la costa, a la cesión de dominio de los 150 metros de la faja costera, territorialmente es una burbuja”, sobre todo “por su propuesta de modelo territorial, por los usos que se le van a dar, el tipo de población que va a ser atraída a vivir ahí”, añadió.
La arquitecta afirmó que otro punto que “preocupa” radica en que “toda la infraestructura y la instalación final del proyecto está conectada sólo con dos accesos, uno al este y otro al oeste”. Zuccolini criticó que, en el estudio de impacto ambiental, “que es bastante exhaustivo”, presentado al MA, “en ningún momento haya un estudio de riesgos”. “¿Sí mañana hay una catástrofe y están esas 20.000 personas que van a vivir, van a salir solamente por esos dos accesos?”, se preguntó.
Tanto Zuccolini como la SAU afirman que “no discutimos el proyecto arquitectónico ni urbanístico, sino el impacto territorial que va a tener esta concepción”. “Estoy pensando en el día después, sobre todo en el impacto que va a tener Colonia”, agregó.
Falta de diálogo social
La representante de la Sau también cuestiona la falta de un proceso de diálogo social previo a la instrumentación de +Colonia. “La primera debilidad con la que cuenta este punto es que no existe un marco normativo como lo dispone la ley con sus instancias de participación, su puesta de manifiesto, audiencias públicas”, expresó Zuccolini. La profesional recordó que el plan local de Ordenamiento Territorial de Colonia de Sacramento “ha tenido sucesivas modificaciones y nunca se terminó de aprobar”, mientras que el plan departamental cuenta con “directrices departamentales que también sufrieron modificaciones, discutibles la mayoría de ellas”.
El proyecto +Colonia “se desprende de ese proceso y toma las directrices departamentales, donde es categorizado primariamente como suelo suburbano turístico”, explicó Zuccolini, y agregó que “a esa subcategoría se la potencia”, porque “establece parámetros de edificación de uso y ocupación del suelo mucho mayores que los que habilitarían las propias directrices”, agregó.
No obstante, Zuccolini reconoce “que por primera vez en Colonia se está incluyendo en su gestión territorial artículos de la ley de Ordenamiento Territorial”, que no han sido aplicados en la mayoría de los departamentos, y considera que “eso es un valor, un reconocimiento hacia la intendencia”.
“Es importante rescatar la voluntad política de la comuna de innovar en la gestión en este Contrato Plan con +Colonia, y en el utilizar algunos artículos de la ley en forma innovadora”, sostuvo la profesional.
Este proyecto, “que lo podríamos enmarcar como un gran proyecto urbano”, debería cumplir “instancias de participación, no porque te lo obligue la ley o alguna normativa”, sino “por el impacto a futuro que va a tener en el territorio”, concluyó Zuccolini.
Otras posturas
Esa iniciativa ha sido vista con buenos ojos por las actuales autoridades de la comuna coloniense y del gobierno nacional. En mayo del año pasado, al ser analizado por la Junta Departamental de Colonia, ediles blancos y colorados aprobaron el desarrollo del proyecto +Colonia, mientras que los integrantes de la bancada del Frente Amplio (FA) mostraron posturas divergentes al respecto, pero, tras un acuerdo interno y acatar “la disciplina partidaria”, votaron en bloque en contra.
En mayo de este año, luego de que se haya difundido el manifiesto ambiental por parte de los responsables del proyecto, los ediles frenteamplistas presentaron una solicitud para promover “instancias participativas” de la sociedad, con el proyecto +Colonia.
El documento, avalado por toda la bancada opositora y entregado al intendente Moreira, expresa que “un proyecto de esta magnitud merece un intercambio participativo entre las autoridades del gobierno departamental y organismos públicos involucrados, con las organizaciones de la sociedad civil coloniense y vecinos”. “En estas circunstancias, creemos conveniente realizar audiencias públicas para que la concreción del proyecto examine todas las posturas y su implantación sea más amigable”, añade el documento.
En esa línea, el referente del Sindicato Único de los Trabajadores de la Construcción y Afines (Sunca) en el departamento de Colonia, Gustavo Robatti, también cree que la puesta en marcha del proyecto + Colonia amerita “instalar una mesa de diálogo social para analizar y prever los posibles impactos”.
En el marco de una visita que realizó a Colonia del Sacramento, el subsecretario del MA, Gerardo Amarilla, dijo que la aprobación de este proyecto urbanístico “no amerita” la realización de una audiencia pública, ya que fue considerado “categoría B, de bajo impacto ambiental”. “Hay tres categorías de proyectos: A, B y C”, y solamente para los últimos, que tienen “impactos importantes”, requieren una “audiencia pública de carácter preceptiva” previa a la aprobación.