El renovado Espacio Indígena de Colonia del Sacramento es un lugar pequeño que, no obstante, debería ser visitado en varias oportunidades en caso de que alguien pretenda acceder a toda la información que ofrece a los visitantes. Esta muestra no sólo contiene numerosas piezas de valor arqueológico, sino también contenidos didácticos mediante la utilización de una atractiva cartelería y de códigos QR.
Esta recomendación la realiza la arqueóloga Maira Malán, quien en el marco de la labor que desarrolla en la Dirección Nacional de Innovación, Ciencia y Tecnología fue invitada por la Intendencia de Colonia para trabajar en la renovación del antiguo Museo Indígena, que fue fundado en 1988 con el objetivo de exponer la colección arqueológica de Roberto Banchero.
Banchero, ya fallecido, fue un trabajador de la industria arenera. En el desarrollo de esa labor rescató una infinidad de piezas de la opresión de las máquinas y de las palas que se desplegaban por los arenales de las playas Ferrando o El Calabrés. Pero también lo hizo con otras que corrían riesgo de quedar sepultadas bajo el trazado de calles y veredas de la ciudad a medida que esta iba extendiendo sus límites.
Malán valoró que Banchero “desarrolló la sensibilidad hacia los objetos patrimoniales, hacia los artefactos que fueron elaborados por integrantes de los pueblos originarios, que hoy nos permiten disfrutar de esa colección”.
Malán, junto al museólogo Andrés Leal y otros, participó en la confección de un guion museográfico de esta colección. Ese trabajo comenzó en 2018. “Debimos llevar adelante un desafío muy importante al encarar esta tarea, y lo fuimos cumpliendo en diferentes etapas”, explicó la arqueóloga y agregó que “hubo que pensar en los objetivos comunicativos, en la elaboración de un guion temático, científico”, a partir de una colección que “es muy rica, pero que no contaba una investigación arqueológica específica asociada a la misma”.
En la tarea de rescate, no obstante, Banchero detalló la locación donde fue hallada cada una de las piezas. De ese modo, los especialistas diseñaron la renovación de ese espacio museístico a partir del desarrollo de varios ejes: “El tecnológico, que destaca la tecnología utilizada por los indígenas –como la lítica, la piedra pulida, la cerámica–”, y “otro eje que valora la arqueología en el territorio de Colonia del Sacramento, ya que se vincula al resto de los espacios museísticos de la ciudad”, entre los cuales se encuentran los museos Portugués, Español, Del Azulejo, Paleontológico.
Entonces, “uno de los objetivos a cumplir era integrar el Espacio Indígena al discurso histórico, porque hasta ahora este museo estuvo separado de los restantes” debido a la presencia de “una barrera que debemos superar porque es artificial”: “La creencia de que la ocupación de Colonia del Sacramento se inició con la llegada de los portugueses” ocurrida en 1680, apuntó Malán.
“Colonia del Sacramento tiene una historia importantísima, profunda, donde el corte entre la ocupación de los pueblos originarios y la llegada de los europeos no es tajante”, sino que “hubo una continuidad”, señaló la arqueóloga.
Para Malán, “existe una gran complejidad en los entramados sociales que ha caracterizado a la historia de Colonia del Sacramento”, que “a lo largo del tiempo ha sido cohabitada por personas de distintas etnias y naciones”.
En el nuevo diseño del Espacio Indígena también participaron profesionales de diversas disciplinas que trabajan en el ámbito de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de la República y del Ministerio de Educación y Cultura, que permitieron sumar numerosos contenidos a la exposición, resaltó la arqueóloga.