Este martes la Justicia otorgó un plazo de seis días a la empresa Lorsinal para hacer frente a las deudas contraídas con distintos acreedores y de ese modo evitar el concordato. Lorsinal y el frigorífico Rondatel de Rosario pertenecen al grupo económico Sundiro, perteneciente a capitales chinos. Ambas unidades productivas cerraron sus puertas en 2023.
La empresa adeuda cerca de diez millones de dólares. En febrero de este año, representantes de esa empresa anunciaron el inicio de negociaciones con los acreedores para saldar las deudas. Sin embargo, al no recibir el pago correspondiente, los acreedores presentaron un reclamo judicial. A pedido de los propios acreedores, que han recibido nuevas promesas de pago de los empresarios chinos, la Justicia ya había postergado en dos oportunidades el llamado a concurso.
Hasta el momento han sido embargados los bienes pertenecientes a Lorsinal, pero al formar parte de la misma empresa, los activos del Frigorífico Rosario también caerán en el concurso.
El miércoles 23, el consorcio chino envió tres millones de dólares para hacer frente al pago de deudas con consignatarios de ganado, pero hasta fines de la semana pasada no se había podido acreditar el dinero en las cuentas de la empresa financiera que está a cargo de hacer frente a esos pagos, ya que la Unidad de Lavado de Activos del Banco República (BROU) considera que no existe la documentación suficiente para permitir el ingreso de esas divisas al sistema bancario local, tal como informó la diaria.
Tras esa determinación, el asunto fue tratado en una sesión de directorio del BROU la semana pasada, en la que se resolvió atenerse a las recomendaciones expresadas por la Unidad de Lavado de Activos y los servicios jurídicos de esa institución.
Finalmente, el viernes 1º, tras recibir más documentación de la empresa china, los servicios jurídicos del BROU autorizaron el ingreso de ese dinero al sistema financiero uruguayo, de acuerdo a lo confirmado por fuentes bancarias a la diaria.