El 20 de octubre de 2023, en el marco de una visita al departamento de Colonia, el entonces presidente del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), Pablo Abdala, junto a representantes nacionales y departamentales, inauguró dos Centros de Atención a la Infancia y a la Familia (CAIF), uno en Carmelo y otro en Colonia Miguelete.
Seis meses después, el Centro CAIF Ñurumi, ubicado en el barrio Lomas de Carmelo, permanece cerrado, a pesar de que el INAU había establecido un convenio con la cooperativa de mujeres Arandurú para gestionarlo.
La situación que atraviesa ese centro es similar a la de otros 12 CAIF, que fueron inaugurados pero no cuentan con presupuesto para ponerse en funcionamiento, comentó la directora del INAU por el Frente Amplio, Natalia Argenzio. “Existe un estancamiento de las políticas de atención a la primera infancia, y no hay respuesta del oficialismo para la apertura presupuestal con refuerzos del Ministerio de Economía y Finanzas [MEF], a pesar de que a mediados de 2021 la ministra Azucena Arbeleche anunció que en el proyecto de Rendición de Cuentas se iba a priorizar a los niños entre cero y tres años”, dijo Argenzio.
En 2021, el INAU detectó que existían 32.000 niños en todo el país pertenecientes al quintil 1 –el que agrupa a las personas que viven en condiciones de mayor vulnerabilidad socioeconómica– que no asistían a centros de primera infancia. Para revertir una parte de esa situación, el organismo trazó un plan de construcción de nuevos centros, así como de alquiler, y ampliación de otros ya existentes, para atender a 17.500 niños más. No obstante, el crecimiento de la infraestructura debía ir acompañado de una ampliación presupuestal de 4.000 millones de pesos para el período 2024-2025, a los efectos de financiar el pago de salarios de docentes, funcionarios y gastos de alimentación, entre otros.
“Más allá de las promesas hechas por el gobierno, ese dinero no llegó en la última Rendición de Cuentas y tampoco en forma de refuerzos extraordinarios”, lamentó Argenzio. “Esos niños siguen sin ser atendidos, mientras viven en un contexto de violencia comunitaria y vulneración socioeconómica”, agregó.
Argenzio dijo que la presidencia del INAU “debe pedir la ampliación de las partidas, y lo último que obtuvimos –mediante el seguimiento de expedientes, porque el presidente [Guillermo Fossati] no nos informa al respecto– es que solicitó una ampliación de 1.800 millones de pesos al MEF y que no hubo respuesta”.
“Las asociaciones civiles que firmaron convenios con el INAU para la gestión de esos centros están en una situación de incertidumbre, porque el Estado no pone el dinero”, añadió.
“Esta situación lamentable fue generada por el gobierno, porque no asumió llevar adelante el proyecto de ampliación de cobertura a primera infancia al que se había comprometido, mientras los niños están sin atención, en un país donde hay una pobreza infantil de 20%”, concluyó Argenzio.