La semana pasada, el ambiente entre los trabajadores de Indulacsa de Cardona, propiedad de Lactalis, era desolador. Además de perder los puestos de trabajo relacionados con la producción de leche UHT que será trasladada a la planta industrial de Granja Pocha, tras la adquisición de esta por parte de la empresa de origen francés, los funcionarios de la compañía también avizoraban el cierre de la planta de secado que funciona en ese lugar.

No obstante, en las últimas horas las negociaciones entre las partes lograron avanzar y existen posibilidades de que se restablezca el funcionamiento de la planta de secado de Cardona, que en los últimos meses permaneció cerrada debido a problemas comerciales con Brasil, principal comprador de leche en polvo.

Referentes del gremio de trabajadores de la planta industrial de Indulacsa de Cardona (Groinca) dijeron a la diaria que “hubo avances en las negociaciones, y se establecieron las bases de un acuerdo tendiente a mantener el funcionamiento de la planta de secado”, lo que otorgaría trabajo a unos 45 funcionarios, que actualmente se encuentran en seguro de desempleo, en caso de que se retome la producción en turnos diarios.

Asimismo, en esas negociaciones se acordó que el ingreso de siete trabajadores de Cardona a la línea de producción de Granja Pocha a partir de este lunes 24, y que se analizará la inclusión paulatina de otros operarios en la medida de que surjan nuevas vacantes.

En tanto, los trabajadores que permanezcan en el régimen de seguro de paro percibirán una compensación adicional por parte de la empresa por un monto de 8.000 pesos durante los primeros dos meses, mientras se aguarda la reapertura de la planta de secado en Cardona o surge la posibilidad de inclusión en Granja Pocha. En tanto, algunos trabajadores han aceptado la propuesta de retiro incentivado que ha ofrecido la empresa de origen francés.