Este martes las gremiales del transporte escolar, conformadas por Transporte Escolar Unido (TEU), Transporte Escolar Montevideo (TEM) y la Unión de Transportistas Turismo y Escolares Canelones (Uttec), hicieron una movilización que partió de varios puntos de Montevideo y Canelones y finalizó frente a la Torre Ejecutiva.

Gerardo Senese, presidente de TEU, contó a la diaria que después de la marcha entregaron una carta en Presidencia en la que explican la situación del sector; ahora esperan ser recibidos por el presidente, Luis Lacalle Pou, o por quien él designe.

El presidente de TEU comentó que la medida fue realizada a solicitud de los socios de las distintas organizaciones después de evaluar las medidas anunciadas por el gobierno el martes 20 de abril.

Senese reiteró que, si bien los anuncios del Poder Ejecutivo “pueden significar un gran beneficio para un sector de las pequeñas empresas, no se adaptan al transporte escolar”.

“Tenemos presente que el presidente tiene muy clara la forma en la que impacta la pandemia; lo que pensamos es que él o el equipo no tienen claro cuál es la realidad de la interna de una empresa de transporte escolar”, dijo Senese, por eso las medidas que se toman no se ajustan a lo que requiere este tipo de empresa. Por ejemplo, dijo que 95% del transporte escolar no tributa ni el impuesto al patrimonio ni el impuesto a las rentas de las actividades económicas (IRAE), por lo que esas exoneraciones no les corresponden.

Sobre el crédito de 25.000 pesos que se ofreció, Senese señaló que la mayoría de las empresas vienen endeudadas desde 2020 porque primero sacaron un préstamo de 12.000 pesos y luego accedieron a otros a través de la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE). “Muchas empresas tomaron esos créditos como forma de paliar la situación, estos tenían un período de gracia y se empezaron a pagar ahora en marzo. Nos ofrecen nuevos créditos para pagar los anteriores, entonces se entra en una bola de nieve de endeudamiento. Por ese camino no tenemos dudas de que se va a la quiebra, o, lo que es peor, se pasa a la informalidad, lo que no es bueno ni para el transporte ni para el gobierno”, dijo.

El integrante de TEU dijo que en la nota quedó claro que la gremial no está pidiendo no pagar: “sólo estamos haciendo un planteo de una forma de pago diferente, que se adapte a nuestra realidad”.

Con relación a la Dirección General Impositiva (DGI) dijo que si la empresa no facturó queda exonerada de pagar el impuesto a la pequeña empresa, cosa que no sucede con el Banco de Previsión Social (BPS). En ese caso lo que solicitan es un cambio en la modalidad y “que en los meses en los que no trabajamos las deudas se pasen como un crédito sin intereses a pagar a partir de marzo de 2022, en cuotas que las determinará tanto el BPS como la empresa que quiera hacer uso de ese mecanismo”.

“Queremos cumplir con nuestras obligaciones, pero cuando no hay plata no alcanza con la voluntad de pago”, dijo.

Senese destacó que en los meses en que los transportistas no trabajaron muchas familias hicieron un aporte solidario y siguieron pagando la cuota o parte de esta. “No son la gran mayoría, pero es justo reconocerlo; son padres que comprenden el endeudamiento que tenemos”, consideró, y resaltó que no se trata de una forma más de transporte, ya que generan un vínculo especial con las familias.

Sobre la vuelta a la presencialidad en la educación, dijo que están aguardando, ya que tienen “la experiencia del año pasado”. “Cuando se retomó la presencialidad plena nadie llegó a trabajar con más de 50% o 60% de su capacidad”, dijo.

El presidente de TEU aseguró que hay que diferenciar el trabajo en las escuelas privadas del de las públicas: “Las privadas en su gran mayoría se adaptaron con todos los protocolos a concurrir todos los días, pero en el caso de los colegas que trabajan con escuelas públicas ninguno llegó a trabajar con 30% de lo que hacían antes. Esas escuelas o tenían grupos reducidos o no trabajaban todos los días. Con el objetivo de cumplir con el servicio muchos trabajaron a pérdida, porque trasladaban la tercera o cuarta parte de los niños haciendo el doble o el triple de viajes”.

Senese explicó que desde hace varios años el transporte escolar va de la mano con la escuela pública porque “hace 20 o 25 años el transporte escolar era como un servicio de lujo que en su mayoría lo usaban los alumnos de los colegios privados; ahora la realidad del país cambió y en la gran mayoría de las familias ambos padres trabajan o son madres o padres solos”, y por eso necesitan el servicio.