Decodificar la comunicación del gato no es tarea fácil, ya que gobierna las sutilezas como nadie. Para nosotros, gatos y perros se ubican bajo el mismo ítem: “animales de compañía”. Sin embargo, son dos mundos totalmente diferentes. Por ejemplo, la mayoría tiene claro que un perro moviendo la cola es “buena onda”, pero cuando un gato la mueve no sería tan así. Pero hay más.

En ellos no existen rangos jerárquicos sobre sus congéneres que sean evidentes a través de posturas; no “esconden la cola entre las patas” si tienen miedo ni se acuestan boca arriba para demostrar subordinación, como hacen los perros.

Entre los felinos todo parece demostrarse de manera poco grandilocuente. Quizá esa sea la causa de que, desde nuestra perspectiva, pasen de un estado emocional a otro sin razón aparente. Pero avisan con señales visuales.

Cola

Cuando se aproxima con la cola elevada no significa agresividad sino todo lo contrario; se lo relaciona con un ritual de saludo y de interés grupal amigable. Dentro de los felinos sólo el gato y el león lo hacen, aunque hablando de este último, yo preferiría escapar antes que averiguar con qué intenciones viene.

El movimiento se debe interpretar según la intensidad y la forma. Si es lento significa relajación. Puede querer compartir un momento lúdico y lo utiliza para incentivar a los cachorros a jugar. Cuando se torna compulsivo, con mayor énfasis, indica que no está muy a gusto y es recomendable evitar el contacto.

Orejas

Hacia adelante indican cierto interés por un sonido y las redirigirán hacia la fuente emisora. Si adoptan una posición hacia los lados y plegadas es signo de miedo y de una inminente huida. Cuando están plegadas pero dirigidas hacia atrás, en general se relaciona a episodios previos o próximos de agresividad.

Párpados

Si la apertura de los ojos es total, se lee como un estado de alerta. A la inversa, cuando la situación es controlada y el animal está relajado, los párpados suelen adoptar una posición que se traduce en ojos entreabiertos.

Labios

Los gatos realizan un movimiento que puede parecer extraño y se caracteriza por abrir la boca y elevar el labio superior y la nariz, provocando que se arrugue la zona que va desde el morro a los ojos, como si tuvieran el cinco de la muestra.

Este gesto se conoce como reflejo de Flehmen y es provocado por estímulos olfatorios procedentes de la orina o de las glándulas cutáneas de otro gato. Su función es recabar más y mejor información del mundo de los olores. Su incidencia es más frecuente en machos y aparece alrededor de las seis semanas de vida.

Ojos

Las pupilas del gato van desde una línea casi imperceptible hasta pupilas dilatadas y redondas. Los distintos tamaños están vinculados con la intensidad de la luz: cuanto más haya, menor será el diámetro pupilar. Sin embargo, ese diámetro puede indicar el estado clínico/emocional del animal. Dolor, estrés o ansiedad provocarán que las pupilas se dilaten de forma permanente, sin importar la intensidad de la luz a la que estén expuestos. En estos casos la consulta veterinaria es recomendada.

Cuerpo

Las posturas que adopten en general serán puestas en práctica de diferente manera según las causas (miedo, defensa y agresividad, entre otras).

Agresividad defensiva

Puede suceder que el gato se agache, pliegue y dirija sus orejas hacia los costados intentando comunicar que prefiere evitar el conflicto y escapar. Sólo atacará si no le queda otra.

Pueden colocarse de costado, con las cuatro patas totalmente extendidas, elevando el lomo (con la intención de parecer más grande de lo que es) y con la cola totalmente levantada o en U invertida. Puede además ir acompañada de pelos erizados en la cola y en el lomo y dirigiendo sus orejas hacia atrás. La intención del gato sigue siendo evitar el conflicto, pero la posibilidad de ataque es mayor que en la postura antes mencionada.

Agresividad ofensiva

El repertorio que utilizan para comunicar un ataque inminente consta de contacto visual directo, patas posteriores extendidas por completo, orejas dirigidas hacia atrás pero no en su totalidad y pelos de la cola erizados. La ubicación de la cola será pegada a los miembros posteriores y no elevada.

Arañar

Esa conducta tiene como fin transmitir información visual y olfativa. La realizan sobre todo en superficies verticales, y cuando lo hacen dejan una imagen a interpretar. Cuanto más profundas y elevadas son las marcas, más vigoroso y saludable es el emisor de la señal.