Prima de la alcaravea, el hinojo y el comino, la especia de la que hablamos hoy esconde una explosión de sabor. Se la puede encontrar también como tomillo chino, debido a su aroma, y es una combinación perfecta entre lo fresco de un herbal y lo cautivante de una semilla que en algún momento va a estallar. Es todo en uno: alimonado, amargo y picante a la vez; así es el ajwain.
Principalmente se usa en la cocina oriental, india, paquistaní, africana e iraní. De hecho, de Irán proviene la mayor parte, aunque en menor medida también son proveedores India y China.
Lo más tradicional en la cocina india es recurrir al ajwain para preparar el ghee, es decir, la manteca clarificada. Por eso es habitual utilizar su semilla en un medio graso para dar sabor al comenzar a cocinar cualquier plato: cazuela de verduras, lentejas o garbanzos, pollo o carne de cordero estofada.
En algunos países también se utiliza la semilla entera sobre repostería o galletas dulces.
Aquí la encontramos en semilla muy perfumada. Quien se atreva a comerla de forma directa sentirá un sutil sabor cítrico y, pasado un rato, una sensación intensa y algo picante se apoderará de la boca.
A continuación, varios consejos útiles a la hora de utilizar ajwain en la cocina de todos los días.
» Para dar un uso rápido y práctico al ajwain debemos colocarlo en aceite a temperatura media, de modo que las semillas larguen su sabor; pasados unos minutos, se apaga el fuego y se deja enfriar.
» De esta manera podemos perfumar unas verduras al horno o terminar un wok de vegetales, así como rematar una sopa o pintar una pan.
» En las carnes estofadas será útil la misma acción: comenzar la cocción de cero con el aceite y las semillas de adjwan; de esta manera perfumará todo tipo de ingredientes que se sumen (verduras, carnes, legumbres).
» El arroz blanco tradicional, el cuscús y la quinoa también son aptos para esta semilla tan especial que conseguirá transformar cualquier preparación.
» Su aceite perfumado puede ser la base de una vinagreta para ensalada o un mojo para asar carnes rojas o blancas a la parrilla.