Hasta el momento son alrededor de 180 las empresas miembros del Colectivo Gastronómico Uruguay (CGU), que mediante un documento fechado el 13 de abril se presenta como “un conglomerado de actores gastronómicos preocupados por las dificultades del sector”, que aspira a aunar esfuerzos para “iluminar un camino de dificultades” causadas por el arribo a Uruguay de la covid-19. Entre esas micro y grandes empresas fue distribuido un formulario enfocado a equipos y proveedores, de los cuales llevan 40 registros. El foco es hacer un relevamiento del trabajo indirecto vinculado a la gastronomía, un “rubro donde los márgenes son acotados”, y en breve piensan extender otro cuestionario a los asalariados. Ese relevamiento les permitió saber que 60% de las empresas del colectivo están cerradas, 8% lo están parcialmente, 21% sólo están trabajando con delivery y 11% están abiertas.
“Nos agrupamos para salvar a restaurantes, cafés, bares y foodtrucks locales afectados por el covid-19”, proclama el CGU, que estima que las empresas que lo integran dan trabajo directo a 1.900 personas y 63% de ellas envió a 100% de su plantilla al seguro de paro luego del cierre abrupto, 19% envió a 75% de su plantilla, 12% lo hizo con la mitad de su plantilla, y 6% con 25%.
Cada lunes estarán comunicando a sus afiliados los avances obtenidos en las reuniones con distintas ramas del Estado, así como la agenda de la semana, que en principio se focalizará en charlas en vivo en Instagram. Mientras tanto, “seremos una especie de agente de conexión entre personas que se están ofreciendo voluntariamente a trabajar para la comunidad y las que ofrecen donaciones, derivándolos con los colegas que ya vienen trabajando en la elaboración de viandas o el armado de canastas alimentarias”, explican. Por más información: [email protected].