El lunes, Jack Dorsey presentó su renuncia como director ejecutivo (CEO) de Twitter y adelantó que, si bien va a seguir integrando el directorio de la empresa durante un período de transición, luego lo dejará definitivamente.

La decisión de Dorsey es la última dentro de una serie de cambios que se han dado en los gigantes tecnológicos estadounidenses en los últimos años. Salvo por dos grandes excepciones, en 2021 quedan pocos CEO en la mayoría de ese tipo de empresas que también hayan formado parte de su fundación.

Dejar el cargo de director ejecutivo a un subalterno con varios años en puestos jerárquicos de la compañía se ha convertido casi en la norma, y también que los fundadores o cofundadores decidan enfocarse en proyectos específicos dentro de una empresa matriz o pasen a liderar el directorio. En el caso de Twitter, Dorsey anunció que el nuevo CEO será Parag Agrawal, de 37 años, que se unió a la empresa en 2011 y desde 2017 era director de Tecnologías.

La llegada de Agrawal también confirma el alcance que ha tenido la educación e investigación enfocadas en ciencias de la computación en India, ya que se une a una larga lista de CEO surgidos de ese país, como Sundar Pichai (Google), Satya Nadella (Microsoft), Shantanu Narayen (Adobe), Ajay Banga (Mastercard), Arvind Krishna (IBM).

Paso a las sombras

A menudo se utiliza el término GAFA o GAFAM para referirse a las big techs, las gigantescas empresas tecnológicas que han impulsado cambios sociales y culturales a nivel global a través de sus servicios. Esta sigla fue acuñada por el profesor de la Universidad de Nueva York Scott Galloway, el escritor especializado en tecnología Phil Simon y el ex director ejecutivo de Google Eric Schmidt. GAFA son Google (ahora Alphabet), Apple, Facebook (ahora Meta) y Amazon. La quinta, que Schmidt no incluye en este grupo, es Microsoft.

Casi todas tienen algo en común: sus fundadores ya no están al frente de la operativa de la empresa. El fundador de Amazon, Jeff Bezos, dejó de ser su CEO el 5 de julio de 2021, aunque se mantiene en el directorio como presidente ejecutivo. El nuevo director ejecutivo es Andy Jassy, que hasta julio era el CEO de Amazon Web Services, la plataforma de servicios en la nube de la compañía

Los fundadores de Google, Sergey Brin y Larry Page, decidieron crear la empresa matriz Alphabet para agrupar a todas sus subsidiarias. El primero se convirtió en presidente de Alphabet y el segundo en CEO, dejando el cargo de director ejecutivo de Google a Sundar Pichai en agosto de 2015.

En el caso de Apple, uno de sus cofundadores y quien se desempeñaba como CEO, Steve Jobs, murió en 2011 y su cargo pasó a ser ocupado por Tim Cook, que era vicepresidente ejecutivo para ventas internacionales y de operaciones.

El caso de Microsoft ya tiene más de diez años. Su fundador, Bill Gates, dejó el puesto de CEO en 2008. Su sucesor fue Steve Ballmer, que renunció en 2014 para dar paso a Satya Nadella.

La única excepción es Mark Zuckerberg. El empresario de 37 años cofundó Facebook en 2004 junto a Eduardo Saverin, Andrew McCollum, Chris Hugues y Dustin Moskovitz y desde entonces ha sido su CEO. Cuando se anunció el rebranding de la compañía, que ahora se convirtió en una empresa matriz llamada Meta Platforms para agrupar proyectos como Facebook, Instagram, WhatsApp y Oculus, Zuckerberg pasó a ser el CEO y presidente. A diferencia de Alphabet, cuyos fundadores lideran la empresa matriz pero dejaron la dirección ejecutiva de Google a otra persona, el creador de Facebook decidió no ceder espacios de poder en esta transformación.

Tesla

Elon Musk pelea mes a mes con Jeff Bezos por ocupar el primer lugar en el ranking de las personas más ricas del mundo. Al igual que Zuckerberg, no ha cedido espacio en sus empresas.

El empresario sudafricano es director ejecutivo de SpaceX desde 2022 y de Tesla desde 2003, aunque en este último caso sí cedió la presidencia del directorio, que desde noviembre de 2018 es ocupado por la ejecutiva australiana Robyn Denholm.

En su carta de renuncia como CEO de Twitter, Jack Dorsey dijo: “Se habla mucho de la importancia de que una empresa sea ‘dirigida por un fundador’. En última instancia, creo que eso es muy limitante y un solo punto de falla. He trabajado duro para asegurarme de que esta empresa pueda separarse de sus fundadores y financiadores”. Más adelante, añadió que “no hay muchos fundadores que elijan su empresa sobre su propio ego”.