Descargo o pataleta ilustrada, como se quiera ver, el escudo nacional que el equipo de Uruguay Nomá tunea al menos una vez a la semana, desde hace un año, resume el signo de los tiempos. A veces literalmente, a veces sacando provecho del ritmo de una imagen repetida; las menos, rompiendo el marco, haciendo el escudo patrio de goma, una síntesis maleable de la uruguayez. Un dibujo que circula en redes y que se comparte por Whatsapp: un blasón que editorializa. El objetivo es que se mueva y que mantenga una postura crítica aunque sin partido, subrayan los responsables. Condensa un sentir personal mientras se nutre de aportes y miradas que provienen de distintos ámbitos.

La síntesis crítica quedó caricaturizada en la entrega inicial de Uruguay Nomá con el cerro de Montevideo echando humo, el buey escuálido, “la militarización, por la suma de Cabildo Abierto al gobierno” y la balanza, no podía ser menos, desestabilizada. “Surgió de forma espontánea, como una reacción gráfica al nuevo gobierno, al modo pandemia activado y al afán de imponernos símbolos, como el escudo, nacionalistas, muy de otra historia. También nació en contra de la LUC [ley de urgente consideración] y de los recortes; ese enojo plasmado en el primer dibujo. Y la bolsa de grillos que es Twitter explotó, bordeando la violencia, intenso”. Fue mucho después que un senador habló convencido de “la vaca” en el escudo nacional y evidentemente Uy Nomá levantó el guante.

Querían expresar todo aquello sin ninguna intención posterior ni buscando sistematizar un formato, pero fue lo que terminó pasando. “Es un lienzo súper reconocible donde ya creo que hay un vale todo a nivel gráfico. Y es de lectura rápida. Mantener la unidad de escudo como base da esa libertad a nivel compositivo y de fácil comprensión en el mundo meme en el que vivimos”.

Foto del artículo 'Uruguay Nomá: cuando el escudo editorializa'

Un cuelgue disruptivo

Hay que pensar que la iniciativa parte de gente vinculada a la gráfica y la producción publicitaria, pero también de una maestra, una psicóloga, un recreador, un director de cine, un informático, “seres social y políticamente activos, por lo menos”, se presentan. “Seremos seis personas los que estamos atentos a temáticas, vamos peloteando cosas, manejando redes, nos dividimos un poco las tareas para no sobrecargar a nadie. Y recibimos inquietudes que están buenísimas, mensajes de gente que se suma a la causa tirando algún pique o noticia”.

El escudo de Uruguay Nomá es dibujado en una tableta digital en un estilo de trazo rápido que no insume más de media hora y permite una reacción en tiempo real, “subirse” al debate público sin demoras. “Creo que es parte de la cuestión. Por eso es un dibujo ágil, un grafeo con estilo propio, con un tipo de pincel, de paleta, que marca un poco el manual de uso sin haberlo creado. También es un desafío divertido no copiarse a uno mismo; el formato lo permite pero a su vez plantea, a nivel gráfico, salir de eso”, observa el responsable de ilustrar. “Entonces, está bueno uno que está con la cinta presidencial, atado, como una salida del esquema típico, u otro en el que funciona muy bien la repetición, con cuatro sirenas, o el de los cuatro freezers, y es divertido hacerlos y liberarlos a ver qué pasa: que la gente putee o los comparta”.

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En tanto algunos están atados a fechas y sucesos concretos, otros admiten ser reutilizados. Este escudo crece y muta, siempre con un ojo en las noticias. “Tenemos distintas líneas de búsqueda: la que es en vivo y va al tema del momento, la que reacciona a una noticia o a un hashtag que explota en Twitter, después asuntos más pesados o que tratan de ir a lo macro y no tanto al ruido del día, un evento, sino a un reclamo más profundo”. Ejemplo del primer caso sería, por citar uno, el escudo con engrampadoras en sus cuatro cuadrantes, mientras que dentro del segundo conjunto encontramos el dedicado al 8M o a la Justicia golpeada.

“Hemos verificado cómo además las redes comandan a nivel de retuits o de likes”, observan, y ven el impacto que consiguen los mensajes más directos y simples. “El escudo más bocinero a veces tiene más entrada, más movimiento. Pasó a ser una iconografía que rápidamente es banderita de otra gente”. En ocasiones se extrañan de las luchas que se crean a nivel virtual.

Viral

Es tan inmediato el proceso entre conceptualizar y reflejarlo en la tableta, que a veces entrar en discusiones o pensar en un intercambio no es viable, explican. “Todos le damos seguimiento en paralelo a nuestras vidas y actividades”, aclaran. Por eso mismo, y por la dimensión que iban tomando algunos posteos, decidieron mantener sus nombres en el anonimato. Desde ese lugar, además, despersonalizan el proyecto y se permiten imaginar otros escenarios, estar abiertos a que pasen otras cosas.

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Ya animaron el escudo en ocasión del caceroleo del 1° de marzo. El paso siguiente, cuentan, probablemente sea lanzar remeras con el escudo intervenido, mientras van viendo, sin alarma, hacia dónde avanzar. En la tormenta de ideas figura una plataforma web provista de un “generador randómico de escudos”, una salida para expandir la participación –ya los navegantes lo incorporan como foto de perfil o se apropian del escudo para tunearlo a su gusto– a través de lo que llaman “el slot de los pillos”.

uy_noma en Instagram y Twitter.