El lunes, el multimillonario sudafricano Elon Musk, propietario de Tesla y SpaceX, se convirtió en el accionista mayoritario individual de Twitter al comprar 9,2% de su paquete accionario. El cofundador y CEO de la empresa hasta noviembre del año pasado, Jack Dorsey, posee sólo el 2,25%.
La compra de acciones en empresas en las que se encuentra el debate público se ha vuelto una costumbre de algunos multimillonarios. Jeff Bezos, rival de Musk en la disputa por ser la persona más rica del mundo, compró el diario Washington Post en 2018 por 250 millones de dólares.
A ellos se suma Bill Gates, quien ha invertido más de 300 millones de dólares hasta 2021 en la financiación de medios de prensa como las cadenas CNN, NBC, Al Jazeera y BBC, los diarios The Guardian, Le Monde, Der Spiegel y El País de Madrid o la radio NPR, entre otros.
La compra de acciones en Twitter por parte de Musk se produjo pocos días después de que el empresario cuestionara el enfoque de la red social sobre la libertad de expresión. “La libertad de expresión es esencial para que una democracia funcione. ¿Creés que Twitter se adhiere rigurosamente a este principio?”, preguntó al publicar una encuesta en la red el 25 de marzo. Luego, añadió: “Las consecuencias de esta encuesta serán importantes”. En la votación, en la que participaron más de dos millones de usuarios, el “No” obtuvo el 70%.