Hasta ahora regía un decreto de 1987 que permitía a personas con discapacidad visual trasladarse en taxímetro junto a su perro guía. Sin embargo, el 17 de marzo la Junta Departamental de Montevideo (JDM) aprobó por unanimidad una nueva excepcionalidad a la normativa que habilita a todos los pasajeros de taxi a viajar junto a sus mascotas en la capital. El decreto deberá ser reglamentado por el Ejecutivo de la Intendencia de Montevideo (IM).

Pablo Menoni, director de Transporte de la IM, dijo que este es un reclamo de “larga data” de diferentes actores de la sociedad y recalcó que un gran porcentaje de hogares montevideanos tiene, por lo menos, una mascota. El camino hasta llegar a la aprobación de esta medida empezó en noviembre de 2020, cuando la Dirección de Transporte estaba a cargo de Gonzalo Márquez. “Es un proceso que queremos hacer de la forma más consensuada posible, con la aprobación de todos los involucrados: permisarios (dueños de los taxis), trabajadores y organizaciones protectoras de animales”, sostuvo y enfatizó la importancia de establecer “pautas claras” en cuanto al acondicionamiento, medidas de higiene, derechos y obligaciones.

Asimismo, señaló que ya hubo una reunión con los choferes y con los permisarios. “No queremos que sea una obligación compulsiva que todos los taxis estén habilitados, sino aquellos permisarios que sí quieran habilitar sus vehículos. Nosotros reglamentaremos, pasarán por nuestras inspecciones y quedarán habilitados”, estableció, al tiempo que indicó que esto “depende primero del permisario y después del trabajador”.

Términos y condiciones

Una de las condiciones establecidas para la implementación de esta normativa es que el animal doméstico sea trasladado en una caja. La dimensión de este cubículo es uno de los ítems que están en discusión y se van a definir en la reglamentación.

“¿Cuál sería la razón [de exigir esa caja]?”, se preguntó Rita Rodríguez, directora de la ONG Trato Ético Animal, en diálogo con la diaria. Para ella puede resultar “agresivo” que “necesariamente un miembro de la familia que no sea humano tenga que ir en una caja en el transporte”. “Sabemos que pasa en otros medios –en los aviones, por ejemplo– y es una lucha que se está dando a nivel internacional para que deje de ser de esta forma”, apuntó, aunque valoró que “con fundamentos sobre la mesa todo se discute”.

A su vez, señaló que ese tema responde a un paradigma de salud que está en revisión: “La pandemia nos dejó más que claro que los animales humanos y no humanos podemos representar riesgos sanitarios si no cumplimos con ciertos requerimientos de higiene; no hay una división de especie. Aquellos que convivimos con otros animales sabemos perfectamente que aportan a nuestra salud en lugar de ir en detrimento de ella”, manifestó. Si bien no han recibido ninguna notificación por parte de la IM, están dispuestos a tener un intercambio, dijo.

En cuanto a las condiciones, Claudio Visillac, edil de la JDM, dijo que “hay mucho para hacer en la reglamentación, que va a llevar a un trabajo grupal entre patronal, trabajadores e IM porque hay cuestiones que hay que garantizar, como la higiene”, y apuntó que se deben fijar normas viables desde el punto de vista económico y operativo.

Según comentó, previo al decreto, los animales solían trasladarse junto a sus dueños de forma irregular. “No era transportado en un cubículo sino en la falda de su dueño o al costado, lo que generaba daños en el tapizado”, dijo. Agregó que, a partir de ahora, tanto usuarios como trabajadores tendrán garantías.

De acuerdo a lo señalado por el edil, el permisario debe contar con un vehículo que tenga caja transportadora, ya que “no puede cada usuario llevar la suya”. “Un cubículo con determinadas características que va a fijar la reglamentación y que deberá ser igual para todos”, manifestó, y resaltó que el animal debe ser de talla media o baja. “Limitamos porque no podemos abarcar todos los tamaños”, explicó.

Familias multiespecie

“Estamos en un momento en el que las familias ya no se constituyen únicamente de miembros humanos, y es importantísimo este paso para poder trasladarse como lo hace cualquier familia en situaciones puntuales. Sin embargo, a eso sumarle el hecho de cobrar un ‘plus’ es quedarse a mitad de camino”, consideró. “Hoy en el mundo se trabaja el concepto de familia ‘multiespecie’ y los ciudadanos, sobre todo los montevideanos, tenemos una sensibilidad muy especial en la convivencia con perros y gatos, así que me parece que podría revisarse lo del costo extra”.

En relación a esto, Visillac señaló que el aspecto económico “lo tienen que arreglar los taxistas con el Ministerio de Economía y Finanzas, no con la IM, porque la tarifa del taxi está regulada por el gobierno nacional”, y opinó que “estaría bien” cobrar un adicional porque cuando se traslada a un animal “hay que garantizar las condiciones de limpieza del espacio y del tapizado para quienes luego utilicen el mismo transporte y no lo hagan con animales”. Como el servicio no será exclusivamente para mascotas, si no se cobra un extra, “le estamos cargando un costo más al permisario, que no lo va a poder trasladar a la tarifa, y esto repercute en el salario del taxista”, aseguró. En este sentido, consideró que la voz de los trabajadores tiene que estar reflejada en la reglamentación.

Desde adentro

Es importante destacar que este proyecto tiene el apoyo de la Gremial Única del Taxi. Damián Cotacinov, un chofer consultado, aseguró que esta medida ya era aplicada, “aunque la IM lo saque como una novedad”. Agregó que “esto está implementado por la Patronal de Taxi desde octubre de 2020”. Para el taxista quedan muchos aspectos por ver; uno de ellos es la opinión del Ministerio de Salud Pública, ya que “las mascotas son vectores de enfermedades transmisibles a los humanos”.

“La regulación viene corriendo de atrás a la imposición de la patronal. Si ya tienen coches preparados, si ya publicitaron el ‘taxi mascota’ y si encima ya fijaron la tarifa –con un costo adicional de 60 pesos–, quiere decir que hace un año y medio que la patronal viene en falta”, sostuvo Cotacinov. No obstante, se mostró de acuerdo con la nueva medida: “Para nosotros está bien; la gente viaja con su mascota porque son parte de la familia. Hay cosas previas para discutir que tienen que ver con las condiciones de trabajo del sector”, condenó.