A su empleo público, a mediados de 2022 Natalia Villar le sumó horas como chofer de taxi, y luego de comprarse un auto propio, se concentró en un nicho: las pasajeras. Así hace dos años que acumula una cartera de clientas como Taxi Fem, a bordo de un Chevrolet Corsa que pronto cambiará por otro modelo. “Servicio exclusivo de traslado de chicas. Volvé segura a tu casa, nos cuidamos entre todas” es la presentación de su Whatsapp, 098 579 973, y de su cuenta de Instagram (@taxifemuy).

Confiesa que le encanta hablar, contar anécdotas, entablar una relación descontracturada con sus viajeras, que eso la llena y la hace feliz, aunque trabaje de lunes a lunes, y desde los viernes, la madrugada entera. “Me gusta que sientan que las está llevando una amiga”, resume. “La mayoría coincide en que les da miedo, que se sienten vulnerables arriba de un taxi con un varón. No sabés lo que puede pasar; obviamente que no son todos, hay gente de familia. Esos son los motivos que me dan para contratarme cada vez que salen o que vuelven de afuera a Tres Cruces. Yo no dimensionaba lo que era: el 80% me dice que no se quiere subir a un taxi”.

Aunque la contratan madres para que lleve a sus hijos del colegio al club (en ese caso ofrece cuponeras mensuales), también están las mayores, que salen a jugar al bingo, por ejemplo, pero comprende sobre todo cómo se sienten las chiquilinas del interior, como ella, que llegó de Salto hace 24 años, en una capital que conocen poco, en un clima de inseguridad. Ahí está el diferencial, y dice que además su tarifa es igual que la de un móvil común.

“Al principio fue un poco tímido; lo publiqué en Twitter, diseñé un logo, hice una tarjeta”, recuerda. Cuando va a buscar un viaje les manda los datos del coche y la ubicación en tiempo real. Si ella no puede, alguna vez la suple su madre, y los fines de semana se maneja con agenda, porque la demanda es alta. Entre semana, le escriben, y si hay disponibilidad, no hay problema.

Aparte hace traslados de animales domésticos y lleva y trae a menores a chacras o cumpleaños de 15, en permanente contacto con las familias. Por eso también la recomiendan.

Sorora en Ciudad de la Costa

Vamo arriba, nena! (@vamoarribanena), un Volkswagen Up conducido por Mercedes Ambite desde noviembre pasado, es “un transporte manejado por una mujer y de uso exclusivo para mujeres y disidencias & pet friendly”. Va desde donde vive, El Pinar, “a donde sea”, contando idas o vueltas al aeropuerto, fiestas y eventos. Debido a su locación de partida, prefiere por ahora trabajar con 24 horas de antelación en las reservas. Pero si no está cuidando animales, seguro emprende viaje.

Esta treintañera pensó en esta salida laboral después de experiencias desgastantes como encargada de tiendas de indumentaria, cuando pasaba horas encerrada en comercios de grandes superficies, sin ver el sol. Le gusta manejar y no quería volver a tener un trabajo en régimen de dependencia. Además, a nivel personal había sufrido escenas de violencia de género, y necesitaba contar con un espacio seguro para las dos partes. No se imaginaba “llevando a un hombre que sale borracho de un boliche”. Le cayó la ficha.

Quiso armar una comunidad de confianza. “¿Viste ese momento incómodo en el que te subís a un taxi y tenés que medir si es seguro...?”, tira. “¿Nunca te pasó de pedirte un taxi, quizás tomaste algo y lo único que querés es volver a tu casa sin tener que avisarles a tus amigas que ya llegaste? ¿Nunca te pasó que el tachero se desubicó y te hizo sentir que tu vida peligraba o simplemente tener que sonreír y dar charla porque no sabés lo que puede pasar?”, comparte.

Ambite se declara extremadamente puntual y no tiene problema con ir con la música que el otro quiera ni con viajar en silencio. Su servicio es más económico que otros medios similares, sostiene, y da ejemplos: desde Ciudad de la Costa hasta Tres Cruces, cuesta 1.000 pesos; del Prado a Piriápolis, con mascotas, 2.500. Para la flota de taxis falta; el boca a boca es por el momento su mayor publicidad, pero los pedidos de presupuesto crecen, igual que la concreción de viajes. El vehículo mantiene la discreción, sin identificaciones. Hombres solos no lleva, pero si van como acompañantes de una clienta, la conductora no considera que sea un obstáculo.


Inauguran nuevos semáforos

Continúa el proyecto 100 Semáforos y esta semana tiene varios agregados: el martes hubo un estreno en la esquina de Nueva Palmira y Cufré, y el miércoles quedó funcionando uno nuevo en el cruce de Miguelete y Acevedo Díaz. Se trata de una máquina de dos fases, que funcionará incorporada al sistema de gestión centralizada del Centro de Gestión de Movilidad.

En tanto, este jueves a las 9.00 se encenderá otro cruce de dos fases en la intersección de Hocquart y Juan Paullier. Se contará con el apoyo de personal inspectivo.