En lo que va del siglo XXI en Uruguay se ha registrado un aumento sostenido del turismo interno. Este fenómeno se explica por una serie de factores materiales y culturales. Por una parte, se debe a la mayor movilidad de las personas gracias al mejoramiento del sistema de transporte interdepartamental y el aumento en la compra de vehículos, así como por el incremento del poder adquisitivo y la inversión en infraestructura de los gobiernos. Por otro lado, responde a cambios en los tiempos de las vacaciones, con la fragmentación de las licencias y los fines de semana largos por feriados, que favorecieron que los uruguayos viajen más dentro del país en cortos períodos.
Sobre este tema conversó la diaria con la docente e investigadora Rossana Campodónico, del Área de Estudios Turísticos de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de la República, con el ministro interino de Turismo, Remo Monzeglio, y el exsubcretario de Turismo Benjamín Liberoff.
Si bien el turismo receptivo, es decir, la llegada de turistas desde el exterior, continúa siendo el principal ingreso de divisas para el sector, las fuentes consultadas coinciden en que el turismo interno es relevante no sólo por su potencial económico, sino también porque es un derecho humano consagrado en el artículo 1 de la Ley 19.253 sobre regulación de la actividad, que fue aprobada en 2014.
De acuerdo con las cifras brindadas por el Ministerio de Turismo (Mintur) a la diaria, entre 2020 y 2023, el turismo interno tuvo un notorio crecimiento: la cantidad de visitas anuales pasó de 42.118 a 55.879. Para la medición, la cartera aclaró que hubo un cambio, ya que anteriormente se consideraba movimiento por turismo interno una salida de dos horas desde el domicilio hacia un destino y ahora se parte de salidas de cuatro horas o más. En cuanto al turismo receptivo, el Mintur registró que de las 3.940.790 visitas que hubo en 2017 se vio una caída abrupta en 2020 con el inicio de la pandemia por covid-19. Ese año hubo 1.000.908 ingresos y en 2021 ninguno debido al cierre de las fronteras. No obstante, tras la salida de la emergencia sanitaria las cifras volvieron a estabilizarse en 2022, llegando a 2.466.929, e incluso casi igualando en 2023 el récord de 2017, cuando hubo 3.835.041 visitas.
Respecto a los datos del Mintur, Monzeglio planteó que tras la pandemia quedó “una percepción difusa del éxito turístico” de la gestión durante el gobierno de coalición. En cuanto al turismo interno, señaló que se “intensificó muchísimo” durante la crisis sanitaria, ya que debido a que los uruguayos no podían salir por el cierre de fronteras y no podían ingresar extranjeros, las políticas del ministerio se concentraron en la promoción del turismo interno. En ese marco, Colonia cuadriplicó su turismo interno y fue el departamento que más creció en este período.
Además, el ministro interino mencionó que el aumento constante de la venta de autos cero kilómetro que se reportó en el país en los últimos años fue un factor determinante. Para dimensionar este hecho, en agosto de 2024, la Asociación del Comercio Automotor del Uruguay anunció que se habían vendido 5.755 unidades, lo que implicó un crecimiento de 11,9% respecto a agosto de 2023. “Con autos nuevos en los primeros viajes se tiene la avidez por salir, por visitar lugares y, en este caso, al estar cerradas las fronteras, en 2020 y 2021, el turismo interno fue creciendo año a año. Y eso se continuó en 2022-2023”, indicó el jerarca.
Monzeglió destacó que el turismo interno es importante porque es “redistributivo”: “Le da ingresos al que vende torta fritas, jugos en las termas, a las cabañas, los moteles, los hoteles” y, además, “abarca todos los rincones del país”. En ese sentido, consideró que “este gobierno mantuvo todos los motores del turismo encendidos, dándole beneficios y ayudas a todo el sector hotelero gastronómico de todo tipo, con medidas como rebajas en la potencia contratada de UTE, de OSE y beneficios en cuanto a seguros de paro parciales y totales”.
Liberoff, en tanto, consideró que el turismo interno es “una parte esencial de la sostenibilidad del sistema turístico” en términos económicos y que hasta 2005 los gobiernos no le “prestaban atención”, algo que cambió durante los gobiernos del Frente Amplio. En esa línea, para el exsubsecretario de Turismo, el crecimiento del turismo interno no comienza a raíz de la pandemia, sino que es resultado de una acumulación de factores, empezando por la implementación de políticas públicas dirigidas a desarrollar proyectos turísticos y la aplicación de una “gestión territorializada” en las localidades, “dado que no había representaciones del ministerio en el territorio” antes de 2005; pero también el aumento en el poder adquisitivo de los uruguayos. “Si no hay capacidad de ahorro y no hay poder adquisitivo, no se genera el cambio cultural”, reflexionó.
Como ejemplo, Liberoff mencionó que el proyecto del Corredor de los Pájaros Pintados permitió llevar adelante acciones en localidades que quedaban por fuera de los destinos turísticos tradicionales del país –Colonia, los balnearios del este y las termas–. En ese sentido, destacó acciones como el rescate de El Ventorrillo de la Buena Vista, la entrada al Cabo Polonio, las bases náuticas en Salto, Paysandú, en Rincón de Franquía, en Bella Unión, así como el desarrollo del turismo patrimonial y la incorporación del segmento LGBTI.
“El turismo nos permitió en muchos lugares –y el turismo social– ocupar establecimientos que tenían capacidades sedentarias en temporada baja y en algunos nos permitió chequear condiciones de servicios, porque no tenían experiencia en atención al turismo”, planteó.
Sin embargo, el exsubsecretario de Turismo lamentó que varios proyectos que estaban avanzados al final del anterior período de gobierno quedaron encajonados durante esta administración y que “se desarmó toda la estructura que desarrollaba el turismo social en el ministerio, que ya no existe. Pero, además, no se generó ningún fondo de estimulación” al turismo interno”, expresó.
Sobre la gestión en la pandemia, Liberoff criticó que más allá de que se decretó la tasa cero en los alojamientos turísticos, se retiró el descuento del IVA en pagos con tarjetas a la población: “Eso es ponerle impuesto al turismo, no sacarle”, planteó. También cuestionó que “había miles de personas que iban al seguro de paro especial, pero en lugar de promover el turismo para evitar el pase a los seguros de paro, lo que hicieron fue flexibilizar”, manifestó. No obstante, aclaró que estaba a favor de la aplicación del seguro de paro parcial como medida paliativa a la crisis.
Con miras al nuevo período de gobierno que comienza, encabezado por Yamandú Orsi, el exsubsecretario de Turismo señaló que entre las primeras medidas debería estar “recomponer el Sistema Nacional de Turismo Social” y generar un “fondo de estabilización del turismo interno” para dar sostenibilidad al sector.
Además, apuntó a retomar proyectos que quedaron suspendidos como la navegabilidad del río Santa Lucía, el servicio de tren turístico, reforzar Valle Edén entre Rivera y Tacuarembó y desarrollar proyectos turísticos en Paso de los Toros, Rincón del Bonete y San Gregorio de Polanco, así como concretar el Camino de los Jesuitas.
Por último, Liberoff planteó que es necesario el fortalecimiento del Departamento Estadístico del Mintur. En ese sentido, cuestionó la forma de medir el turismo interno del actual gobierno y consideró que se deben retomar las encuestas que en los gobiernos frenteamplistas se hacían con consultoras privadas con base en muestras de 700 personas y a través de convenios con el Instituto Nacional de Estadística, que incluía un módulo turístico en la Encuesta Continua de Hogares.
El regreso esperado del turismo social
Al igual que Liberoff, Campodónico considera que los datos sobre turismo interno que brinda el Mintur son imprecisos dado que una salida de cuatro horas no necesariamente puede ser por turismo. Se refirió a las formas de registro e indicó que se podría solucionar si las empresas relacionadas con el turismo, como las de transporte, preguntaran si el viaje es por turismo o por negocios. No obstante, la académica aclaró que este es un problema no sólo de Uruguay, sino que la medición de esta forma de turismo es una dificultad en todo el mundo.
“Salir cuatro horas de tu casa es excursionismo. Eso en realidad es una variante del turismo. Es ese turismo por el día en el que no se requiere alojamiento, que puede ser dentro de tu misma ciudad o puede ser hacia una ciudad o hacia una zona del departamento donde vivas diferente. Está dentro del turismo interno, sí, pero el turismo por definición implica una noche de dormir fuera de tu lugar de residencia”, explicó.
De todas formas, confirmó la tendencia al aumento del turismo interno, así como del turismo internacional. No obstante, señaló que, si bien la pandemia desencadenó un mayor movimiento interno, no cambió el esquema tradicional que ya existía en el país: “En nuestro caso el turismo interno ha crecido fundamentalmente en las zonas que ya eran destinos turísticos, lo que es la costa rioplatense y atlántica, termas, Montevideo y Colonia”.
En cuanto a la duración de las vacaciones, observó que sí ha habido un cambio, algo que se puede percibir en verano fundamentalmente en los balnearios del este: entre viernes y domingos es considerablemente mayor el número de turistas que entre lunes y jueves. Este “turismo de fin de semana” es algo “a lo que los uruguayos no estaban acostumbrados”.
Para Campodónico, el aumento del turismo interno en los últimos años es en cierta forma consecuencia de la pandemia y de la promoción que hicieron los gobiernos, no sólo el uruguayo, para que “la gente saliera a hacer turismo como primera medida paliativa del sector y que el dinero quedara dentro del país. Eso estuvo en la agenda pública en su primer momento en todos los países”.
También observó que existe una tendencia de los más jóvenes por querer conocer diferentes lugares del país y existe un “desplazamiento más fluido” gracias a la fragmentación de las licencias reglamentarias, especialmente en el sector privado y a la mayor movilidad, como mencionaron Monzeglio y Liberoff.
Por último, la investigadora destacó que el turismo es un derecho y coincidió con el exsubsecretario de Turismo en que los programas de turismo social tendientes a garantizarlos “han dejado de existir” en el último período. “Si bien en términos de valores dinerarios no daba para vivir de eso, significaba poder incluir a aquellas personas más carenciadas en una práctica social como es el turismo, a las cuales no tenían cómo acceder de otra forma”, indicó.
Esos programas de turismo social “hoy por hoy no están funcionando. Ahora tenemos un turismo para todos, pero un turismo para todos funcionando sobre la base de lo que es el empresariado. Simplemente el Ministerio [de Turismo] lo que hace es registrar las actividades y ofrecer directamente a las empresas turísticas. Con el sistema anterior estaban involucrados el BPS, el Mides y el tercer sector –los trabajadores–”, continuó. Estos viajes estaban pensados para personas de la tercera edad, quinceañeras y estudiantes de Secundaria y Primaria, comentó y planteó que lo que se ha mantenido es la colonia de vacaciones para escolares, que funciona desde la década del 40 y beneficia a unos 200 niños y niñas por año.
Concluyó diciendo que espera que el próximo gobierno retome esa política para que un mayor número de personas puedan acceder a una práctica turística y que para ello se deberá promover una diferenciación en los precios.
“El turismo se sigue percibiendo como un lujo o como una banalidad. En realidad, lo que se debería lograr es una concientización desde el Estado hacia la comunidad, pasando por todos los escalones, de que el turismo es un derecho de todos”, manifestó. “Hay gente en Uruguay que aún no conoce el mar”, cerró.
Encuesta de la Usina: ¿Qué planes tenés para estas vacaciones?
La Usina de Percepción Ciudadana divulgó la semana pasada el resultado de una encuesta sobre los planes para estas vacaciones y los destinos preferidos por los uruguayos. A la pregunta “¿Qué planes tenés para estas vacaciones?”, un cuarto de las personas declaró que aún no lo tiene decidido (25%), otro cuarto señaló que no se toma vacaciones en el verano (24%), otro cuarto dijo que hará turismo en Uruguay (23%) y, finalmente, otro cuarto prefiere opciones como quedarse en su casa (15%) o viajar al exterior (11%). Un 2% no sabe o no contesta.
Acerca de los destinos favoritos, dos de cada tres uruguayos dijeron que prefieren la playa (66%), el campo apareció como la siguiente opción dentro de las preferencias de la ciudadanía (13%), mientras que siguieron la ciudad (7%) y la montaña (3%). 4% respondió por otros destinos y 7% no sabe o no contesta.