El sábado 20, de 10.00 a 22.00, y el domingo 21 de julio, de 13.00 a 21.00, el Centro de Convenciones del hotel Holiday Inn Montevideo (Florida 1420, entre Colonia y Mercedes) será el escenario de un evento gratuito que indaga en prácticas sexuales a través de charlas de expertos y profesionales de la salud, la neurología y la psicología, exposiciones, demostraciones de BDSM y shibari, talleres (con costo), stands y sorteos.

Salud mental y baile del caño, primeros auxilios y relaciones abiertas, agujas y tango serán parte de la grilla. Esta feria, que comenzó en 2022 en el boliche y centro cultural Estereotipa, de Palermo, es organizado por Adolfo Merino y su amiga Verónika Sulbarán, conocidos en el ambiente como Derceil (“denominación que recibían los dragones en la Grecia clásica”, explica) y Lady Kali (como la diosa del hinduismo), respectivamente. Se denominan “practicantes experimentados y transparentes al alcance de cualquier persona, profesionales y practicantes de BDSM y shibari desde hace más de ocho años, dedicados a difundir y educar sobre estas prácticas”. Como señala Merino, si bien este tipo de opciones se llevan a cabo en Uruguay hace al menos una década, el interés ha tenido un crecimiento exponencial desde 2021. De allí que hayan decidido mudarse a un espacio más amplio y, si bien el ingreso es libre para mayores de edad, como forma de medir la asistencia solicitan un registro previo en https://ladiaria.com.uy/Ur2.

Lo presentan como un “evento anual dedicado a una forma de sentir y de vivir una sexualidad diferente, pero sobre todo respetuosa y sensible”, que se celebra en el marco del Día Internacional del BDSM, fijado el 24 de julio desde su creación en Europa en 2003. La sigla “responde a Bondage, Disciplina y Dominación, Sumisión y Sadismo, y Masoquismo, que junto al shibari, arte japonés de atar con cuerdas, son un grupo de prácticas eróticas y sexuales alternativas con la estricta norma de seguro, sensato y consensuado entre adultos que establecen pautas mediante dinámicas de rol”. El 24 de julio fue elegido porque remite a la expresión 24/7, esto es, quienes llevan adelante las formas más extremas, todos los días, de manera continua.

Durante los dos días se ofrecerán más de 15 charlas, en las que figuran disertantes como Jimena Peyrou, licenciada en Psicología y sexóloga clínica, quien hablará desde la perspectiva de género, su colega Diego Gervasini, sexólogo que abordará la despatologización y, como invitado especial, Federico Salle, neurocirujano y presidente de la Sociedad Uruguaya de Neurocirugía, que tratará el tema del placer y el dolor desde las neurociencias. Incluir, aparte de testimonios, demostraciones y protocolos de seguridad, miradas desde la academia, que “desmitifiquen un poco” y le quiten sordidez al tema, es otro de los cambios de esta edición.

Más allá de este encuentro anual, frecuentemente “hay distintas personas que hacen distintas cosas acá en Uruguay. Todos nos conocemos y tratamos de no pisarnos los talones, en el sentido de no hacer eventos en las mismas fechas para que la gente no tenga que decidir, sino que pueda ir a todo. Por ejemplo, hay organizaciones que hacen eventos sociales todos los meses, gratuitos, en donde la gente va a un bar a conocerse, a hablar de experiencias, y todo está enfocado siempre tanto en la gente que ya lleva tiempo participando como en gente que quiera recién empezar”, dice el organizador de la feria.

Al mismo tiempo, aclara por qué estas experiencias que, en principio, parecen de índole íntima requieren aprender sobre cuidados: “Es como cualquier otra disciplina que sea física, como hacer artes marciales, como aprender escalada, fútbol o hacer acrobacia en tela, que necesita cierto conocimiento técnico, psicológico y de anatomía, porque son prácticas que tienen cierto riesgo asociado. No es que uno se vaya a morir ni que vaya a pasar nada, pero hay un riesgo que va a variar dependiendo de lo que tú hagas y de la experiencia que tú tengas. Determinadas prácticas necesitan cierto conocimiento técnico para poder implementarlas de la forma más correcta posible y que la otra persona o que todas las personas que estén involucradas en la sesión puedan disfrutar”. Añade que esta difusión apunta a que “la gente sepa también por qué se disfruta y cuáles son esas razones, ya sean físicas, neurológicas, emocionales o psicológicas”.

Convocan, entonces, “a las personas interesadas en conocer y explorar en un ambiente seguro y libre de prejuicios” y, como agrega Merino, es para saciar una “curiosidad latente” y “nunca con la intención de convencer a nadie de practicarlo. Justamente, el consenso y la confianza son aspectos transversales y claves para todas las prácticas”.