A principios de octubre de este año el Ministerio de Turismo lanzó la campaña Uruguay Sorprende, pensada para transmitir la esencia del país a través de las experiencias de quienes lo recorren. Para la subsecretaria Ana Claudia Caram, esa esencia está en lo cotidiano. “La campaña trata de apuntar a encontrar esos lugares donde nos encontramos con nuestra gente querida, en momentos agradables, viviendo una experiencia. El mensaje, sobre todo, es a la experiencia”, explicó en diálogo con la diaria.
Las expectativas para la temporada son favorables, según señaló. Los datos muestran un crecimiento respecto del verano anterior y los operadores reportan un aumento en las reservas. A eso se le suma el interés del Ministerio por ampliar la mirada del visitante. “Pensamos que ese turista que viene al sol y la playa pueda ir a recorrer el Uruguay profundo e ir a otros lugares que no sean sólo la playa y viva otras experiencias. Y que el turismo interno tenga continuidad más allá de la temporada”, afirmó.
Conectividad: nuevas rutas que cambian la movilidad
Uno de los principales cambios en la movilidad para este verano radica en la inauguración de los vuelos Montevideo-Salto y Montevideo-Rivera, que habilitan nuevas formas de desplazamiento dentro del país. Esto, para la subsecretaria, no se trata de un hecho aislado. Dichos avances forman parte de políticas de largo plazo, que se consolidaron con el tiempo, gracias al coaccionar de todos los agentes políticos involucrados. “El turismo se planifica, se piensa y se gestiona. No es una improvisación. Las ideas de generar aeropuertos en el interior comenzaron hace varios períodos y hoy se concretan con vuelos efectivos y mayores frecuencias”, explicó.
Destacó que el impacto de las nuevas rutas aéreas no se limita exclusivamente al turismo. La conectividad beneficia también a, por ejemplo, estudiantes y trabajadores que se desplazan entre ciudades. “Un joven que es de Salto y estudia en Montevideo puede volver a su casa en un fin de semana. Eso también hay que pensarlo como parte del desarrollo”.
Por su parte, Rivera adquiere un valor adicional por su cercanía con Brasil y por los circuitos que se están impulsando en el norte del país. Caram mencionó el turismo minero —ágatas, amatistas—, recorridos por el río Uruguay, áreas protegidas y propuestas culturales en departamentos como Tacuarembó. “Comenzamos a mirar con otra facilidad lugares que parecían más lejanos. Eso facilita el recorrido para todos”, dijo.
Infraestructura: intervenciones puntuales y planificación hacia adelante
Para esta temporada, el Ministerio priorizó mejoras puntuales. Especialmente en la franja costera. Se construyen miradores, bajadas, baños públicos y espacios de contemplación, junto a acciones vinculadas a proyectos costeros en distintas zonas del territorio uruguayo. El trabajo de actuar en conjunto con las intendencias resulta un factor decisivo para el desenlace de la temporada. Incluye, entre otras cosas, la puesta en valor de sitios patrimoniales, como el frigorífico Anglo. Otro eje es la actualización de los centros de información turística. La intención es renovar su infraestructura, incorporar herramientas digitales y facilitar la experiencia de quienes los visitan. Es decir, utilizar las nuevas tecnologías en pos de la experiencia del turista.
Estas acciones conviven con una planificación más amplia. La subsecretaria explicó que, con el presupuesto disponible —asignado previamente al actual período—, se definieron acciones que pudieran ejecutarse en lo inmediato. Sin embargo, la agenda a mediano plazo apunta al desarrollo regional. “Los departamentos con características similares van a poder trabajar en conjunto, dialogar y pensar infraestructuras que motiven un viaje a esa región. Ese es un trabajo que se va a estar haciendo más de cara al próximo año”, adelantó.
Más allá de las obras y mejoras visibles, se remarcó la importancia de la presencia del Estado durante toda la temporada. Resaltó que el verano es un período de especial atención para el Ministerio. Según expuso, es el período que concentra “más del 70% del producto bruto interno a nivel de ingresos”. Más aún, es cuando se ponen a prueba las políticas implementadas durante todo el año. En ese sentido, explicó que entre las principales prioridades se encuentran: acompañar de cerca a los actores del panorama turístico, responder ante eventuales dificultades y estar atentos a situaciones que puedan generar incertidumbre. “La temporada es un momento de estar presentes, de responder al operador turístico y al visitante. De reaccionar a tiempo si cambian las dinámicas”, señaló. Para la subsecretaria, ese seguimiento permanente es clave para sostener la confianza en Uruguay como destino y asegurar que la experiencia turística funcione de forma integral.
Cooperación en la operativa turística
Caram dijo que la experiencia turística depende de múltiples factores. No sólo de la oferta en sí. Cómo funcionan y se articulan los servicios asociados juega un papel importantísimo. “A la actividad turística te la hace todo. Desde la disponibilidad que tiene un departamento para cortar el pasto hasta la recolección de basura, la atención en salud o la seguridad”, afirmó.
Señaló que la seguridad es uno de los factores más relevantes para quienes eligen Uruguay como destino. Por eso, la coordinación entre intendencias, ministerios y organizaciones privadas es constante. Las reuniones con las direcciones departamentales de turismo se realizan cada dos o tres meses. Más aún, existen comisiones interministeriales –como la de frontera– que abordan temas transversales. “Si esos aspectos no funcionan, no contribuimos a una buena experiencia turística”, sostuvo.
Ana Claudia Caram.
El presidente, Yamandú Orsi, pidió desde la primera reunión de gabinete reforzar la articulación entre organismos, para evitar superposiciones y asegurar que las acciones lleguen a donde se necesitan.
Inclusión y accesibilidad en la actividad turística uruguaya
Para Caram, dentro del pensar y accionar en el área turística, deben estar las implicancias necesarias para garantizar accesibilidad e inclusión. “La accesibilidad no puede ser un agregado; tiene que pensarse desde el inicio de cada proyecto [...] Tratamos de que cada infraestructura que promovemos genere oportunidades de accesibilidad en su mayor amplitud”, señaló. Aunque, reconoció que no siempre es posible aplicarlo en todos los entornos.
El enfoque inclusivo también se proyecta hacia propuestas que contemplen a públicos con realidades económicas diversas. Entiende que esto requiere una planificación más amplia y coordinación con otros organismos. “El turismo es un derecho humano. No todo el mundo puede viajar. Para garantizar ese derecho la política pública debe generar condiciones claras”, explicó. Si bien dichas acciones no se verán plenamente concretadas para este verano, forman parte de las líneas de trabajo que el Ministerio viene desarrollando y dará continuidad durante su gestión.
Empleo, identidad y economía local
La subsecretaria subrayó que el turismo dinamiza economías pequeñas y genera oportunidades en zonas alejadas de los centros tradicionales. “En estos lugares, el turismo genera trabajo, sobre todo para mujeres y jóvenes. Y pasan cosas que uno ni se imaginaría. Desde artesanos, conservas, cerámica. La gente hace cosas increíbles”, comentó.
Por otra parte, insistió en la importancia de preservar la identidad local como parte de la experiencia turística. “No queremos perder nuestra identidad en pos del turismo; queremos que el turismo disfrute de nuestra identidad”, afirmó. Esto abarca gastronomía, circuitos culturales y naturales; junto con prácticas vinculadas al cuidado del entorno.
“No se trata de traer gente por traer, sino de que quienes visitan el país puedan encontrarse con lo que somos”.
Tecnología y nuevas herramientas
El ministerio está analizando e implementando, poco a poco, el uso de tecnologías digitales e inteligencia artificial para lograr mejoras en la planificación y experiencia turística. Las aplicaciones incluyen evaluar desplazamientos dentro del país, revisar perfiles de visitantes y monitorear rutas.
“No se trata de que te atienda un robot. Es usar lo digital para tomar mejores decisiones y no dejar a nadie afuera”, explicó.
Por último, reconoció que la inclusión digital será un desafío para los próximos años, debido al ritmo acelerado de los cambios tecnológicos.
Mirada al futuro
En esa línea, Caram señaló como uno de los principales desafíos el consolidar un turismo que no se agote en la temporada de verano. Planteó la necesidad de pensar recorridos y propuestas que permitan sostener el movimiento turístico durante el resto del año, puntualizando en reforzar el vínculo entre quienes viajan y los territorios que visitan. Dijo que uno de sus principales objetivos es que el turismo interno deje de estar asociado únicamente a un momento del calendario y que pase a integrarse como una práctica más estable dentro de la vida social y económica del país.
A nivel personal, confía plenamente en Uruguay como destino. “Me genera esperanza que podamos poner en valor lugares nuestros y que los uruguayos nos sintamos protagonistas del desarrollo”.
Contrariamente, mencionó dos preocupaciones. En primer lugar, velar por el cuidado medioambiental mientras se trabaja en desarrollar y hacer crecer la actividad turística. Por otro lado, que la falta de empatía prime en algunos ámbitos. “Me preocupa que los pensamientos individuales opaquen los colectivos. Buscamos que el crecimiento sea colectivo y cooperativo”, reflexionó.
Con la temporada a punto de empezar, la apuesta del Ministerio está en sostener una oferta diversa, accesible y conectada. Con el objetivo puesto en ampliar recorridos y oportunidades para quienes viven y viajan dentro del país.