Como quien no quiere la cosa, Babasónicos ya tiene casi 30 años en la vuelta. Los liderados por Adrián Dárgelos arrancaron en 1991 y al año siguiente lanzaron Pasto, su debut en las bateas, que tenía canciones como “D-Generación” y “Somos la pelota”, más podridas, cuadradas y densas que las que una década después llevarían al grupo a la cima del rock argentino y a dominar el mainstream.

En el siguiente disco, Trance Zomba (1994), se pusieron más experimentales y juguetearon con el rap (“Desarmate”), el hardcore (“Poder ñandú”) y el funk hiphopeado (“Patinador sagrado”). “Todos se van porque el viento los llama / y a su guarida no vuelven jamás. / Van dados vuelta de frente al pasado, / mirando el tiempo pasar”, cantaba Dárgelos en “Zumba”, la canción que abre Dopádromo (1996), el tercer álbum de la banda, el más volado, ecléctico e inclasificable del grupo; para muestra, basta escuchar “Pesadilla biónica del perro biónico” (su nombre ya lo dice todo).

Cuando se le pregunta el secreto de estos casi 30 años en el ruedo a Diego Tuñón, tecladista y cofundador de la banda junto con Dárgelos, dice que es una combinación que, según todos los cálculos, tiene como resultado el “milagro”. “No hay una explicación científica. Hay una forma de combinación que permite que lo hagamos. Pero lo más interesante es que a todos nos gusta mucho escuchar música, que estamos abiertos a las novedades y que tenemos una curiosidad infinita. Eso nos va influenciando, pero de una manera muy pequeña”, cuenta el músico. Ayer el grupo tocó en La Trastienda y hoy lo hará de vuelta –a las 21.00–, en el marco de la gira de presentación de Discutible, su más reciente disco, editado a fines de 2018 –disponible en plataformas digitales como Spotify–, el sucesor de Romantisísmico (2013).

Discutible

Más que anécdotas

Ante la pregunta sobre los cambios de estilo a lo largo de los años y el lugar del rock argentino en el que se colocan, Tuñón responde que el rock es “una forma de vida” y, antes que nada, es contracultural. “El rock va en contra de lo académico, tenga la forma que tenga. Después está el rock & roll, las notas y la forma que ya conocemos. Los dos son brillantes, pero para mí el rock no tiene límite temporal, es un adjetivo”, señala. Y esto nos lleva derecho y sin peaje a “Teóricos”, la canción del disco nuevo en la que Dárgelos canta: “Nos disparan con malas biografías y textos, / eso es apropiado para persuadir una masa humana. / (Qué suerte que justo los dos creamos en el rock & roll) / sin siquiera saber de qué se trata. / Esta ciudad está llena hasta el techo de teóricos de rock, / (teóricos de rock). / No necesito escuchar nada de eso”.

El tecladista explica que esa letra se basa en las personas que se juntan a hablar de música pero sin escucharla, sólo enfocadas en “la mística de los involucrados”, con anécdotas que a veces son “completamente ridículas”, como “la vez que Ozzy Osbourne durmió con una botella rota en la cabeza”. “O cuentan que Lemmy, de Motörhead, no se sacó las botas por dos años, y cuando se las quiso sacar, tenía los pies tan hinchados que se las tuvo que cortar con una tijera, entre miles de otras cosas. Son adoradores de la forma de vida, o te dicen cómo grabar y se ponen más técnicos. Para mí el rock tiene algo tan físico que se hace y ya. Mucha gente se confunde y cree que cuando hablamos de teóricos del rock, nos referimos a la crítica, pero nada que ver”, agrega.

Volviendo a la historia del grupo, fue en 2003, con el disco Infame, que Babasónicos abrazó el éxito masivo, sonando en todos lados, a bordo de sólidas canciones de rock-pop en las que Dárgelos, con la lascivia siempre en la punta de la lengua, largaba letras del mismo tenor y a un solo efecto, que por momentos besaban lo políticamente incorrecto con toda pasión. “Ya sé, / el camino a la fama no significa nada / si no hay una misión. / ¿Cuál es? / Hacerte muy putita, probar tu galletita / con toda devoción”, decía el estribillo de, claro está, “Putita”.

Tuñón sostiene que hacer rock y que termine sonando en los medios tiene su beneficio, en el sentido de que es una contracultura absorbida por otra forma de cultura. “Porque hay mas incorrección en el sistema de pop normal, entonces, muchas de la cosas que el rock reclamaba quedan raras, pero el rock tiene un valor infinito, que es contracultura hecha con cultura. Hay un pop que está pensado para la gente que no quiere pensar, con estructuras comprobadas, como un tranquilizante social y una posibilidad de hacer un negocio. Y después está el que quiere hacer un negocio provocando, generando contracultura; eso te lleva a estar en el medio de la discusión. No hay forma de sonar en un taxi poniendo plata, sucede porque va sucediendo; eso significa discutir con la realidad desde la contracultura. Estoy dando palabras para que cada uno las interprete como sea. Eso es discutir con la realidad y el momento, por eso nos pareció poner ese adjetivo”, dice, en referencia al título del nuevo disco.

El sonido del silencio

“A veces me echan de mi propia casa / una hora antes que me lo merezca. / El tiempo es curioso, / como aquel jurado de ese show de baile / que todos pretenden ganar o participar, / donde se muestra gente al borde. / La pregunta es...”, canta Dárgelos en “La pregunta”, el tema que abre Discutible, que es misteriosamente calmo y juega más con los silencios que con los sonidos, como dejando espacios para esa todavía más misteriosa pregunta, que no es ninguna o son todas. “¿Quién está dispuesto a matar? / ¿Quién está dispuesto a morir? / ¿Quién va a defender? / La pregunta es...”.

El tecladista cuenta que jugar con los silencios fue una decisión estética importante, porque en Babasónicos son siete músicos acostumbrados a hacer muchas cosas con sus instrumentos, y en ese tema no hacen casi nada, para en uno segundos “hacerlo todo y volver a hacer nada”. “Es una forma que va contra la paciencia del músico, pero teníamos ganas de investigar combinaciones que ya no tenían que ver sólo con poder estar todos tocando”, dice. Agrega que “La pregunta” es la canción “más novedosa” del disco en cuanto a la forma, y confiesa: “Por lo general, de la primera canción de los discos es de la que estamos más orgullosos. Son las que dicen ‘estamos por acá’. Tenemos ganas de irnos lejos. Es tan lindo el momento de generación de música nueva, y queríamos aprovechar todas las posibilidades”.

Sobre la movida actual del rock en Argentina, el músico dice que “hay cosas maravillosas” pero que ya no tienen “el formato de banda del siglo pasado”, porque algunos se confunden entre géneros como el trap y el techno. Por ejemplo, dentro de ese palo le gusta mucho Paco Amoroso. En cuanto al rock & roll –y no rock, como diferenció unos párrafos atrás–, menciona a los mendocinos Usted Señálemelo, que ya llevan más de una década de carrera. “Para la realidad que se vive en la actualidad, hacer rock es muy caro, por eso hoy el artista es el que entra en un taxi con una computadora y llega a cosas fascinantes. Si se quiere llamar rock a todo lo que tiene el clásico formato, ese está en extinción, pero como adjetivo va vivir para siempre”, señala.

Tuñón vuelve a referirse al juego con los silencios para reflexionar sobre la forma en la que se escuchan canciones en la actualidad. Dice que la música es un estimulante diario para mucha gente, que en general se escucha con auriculares, y por eso “el panorama se empezó a suavizar” y la música se genera “de otra manera”. El resultado es que queda “muy limpia”. “Ahora la música es un tema privado. No veo gente con mucho tiempo para tirarse a escuchar música. Yo hice todos los días el esfuerzo de hacer esa cosa tan inútil de escuchar música, pero es lo que me hace feliz”, agrega. Por lo pronto hoy de noche, en La Trastienda, cuando se presente Babasónicos, la música no será para nada privada y podrán disfrutarla todos quienes consigan las pocas entradas que quedan disponibles por Abitab, que valen $ 1.200 (generales de pie) y $ 1.500 (platea preferencial). “El show es muy particular. Lo planteamos en relación con pensar los temas de Discutible y también con tener un buen efecto psicodélico emocional”, finaliza Tuñón.