El viernes 9, los impulsores de la consigna “Compromiso con la cultura” entregaron a las autoridades una carta pública, con más de 15.000 adhesiones en la plataforma Change.org, en la que piden “abordar el reto del apoyo al sector cultural”. La misiva fue respondida el lunes 12 por el ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, y la directora Nacional de Cultura, Mariana Wainstein, con otra carta en la que enlistan todas las iniciativas relacionadas a la cultura hechas desde que asumieron el gobierno, sin anuncios de nuevas medidas.

En la carta que firman las autoridades del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) destacan la cantidad de firmas que se juntaron y las “coincidencias conceptuales” que tienen con su contenido. Sin embargo, subrayan que “sorprende que en su texto no haya ninguna mención a lo que se ha venido haciendo desde el Estado. Nos desalienta constatar que esa carta podría haber sido escrita en un país donde hubiera un gobierno totalmente ajeno a la actividad cultural e indiferente a la suerte de los agentes culturales”.

Para las autoridades, que en la carta se pida apoyo sin mencionar lo hecho hasta el momento “significa invisibilizar un esfuerzo grande, que en parte ha sido hecho por las autoridades pero que, sobre todo, ha sido hecho por un número importante de funcionarios comprometidos con su tarea, y en última instancia por todos los uruguayos”, un esfuerzo que “merece ser reconocido”.

A continuación, y a lo largo de diez páginas, se enlistan todas las medidas relacionadas a la cultura que se han tomado durante este año, algunas en referencia a la situación de pandemia en particular y otras referidas al programa del gobierno que incluía cambios para la cultura desde la ley de urgente consideración (LUC) y la ley de presupuesto.

Mencionan los cambios de la LUC que implicaron un rediseño de la Dirección Nacional de Cultura, que pasó a estar integrada por cinco institutos permanentes: Letras, Música, Artes Visuales, Artes Escénicas y Cine y cómo esto “introdujo un nuevo modelo de gestión”. Asimismo, remarcan que la ley de presupuesto otorgó recursos para estos nuevos institutos y generó flexibilizaciones en la gestión en todas las áreas culturales. También resaltan haber retomado los Fondos de Incentivo Cultural que estaban “bloqueados” desde 2018.

En cuanto a la situación de emergencia sanitaria que golpeó fuertemente al sector, enumeran las iniciativas que se impulsaron para paliar la situación: el sitio web “Cultura en casa”; el financiamiento de 500 clases virtuales dictadas por artistas, técnicos y docentes; la campaña “butacas solidarias”; y el llamado a concurso y posterior compra de tapabocas con motivos basados en obras que forman parte del acervo de los museos del MEC.

En esta línea mencionan el Fondo Solidario Ruben Melogno, que permitió, entre otras cosas, la compra de 11.700 entradas anticipadas y adelantan que “en los próximos días” se lanzará “una nueva campaña de recaudación de fondos”.

Las autoridades subrayan que durante 2020 se destinaron 100 millones de pesos al sector cultural, incluyendo los cinco fondos que tuvieron 304 beneficiarios más los Premios Nacionales, que tuvieron 72 artistas premiados, y dos concursos con 15 ganadores. Da Silveira y Wainstein remarcan que “hasta donde hemos podido ver, varios de los firmantes de la carta pudieron beneficiarse de estos esfuerzos”.

Asimismo, resaltan los convenios realizados con múltiples organizaciones y trabajo del Sodre, que a pesar de recibir 85% menos de espectadores les pagó las remuneraciones a sus trabajadores y avanzó en programas educativos y de reconocimiento de las carreras. También mencionan el trabajo de la Biblioteca Nacional, la Comisión del Patrimonio y el rescate de la radio Clarín.

El ministro y la directora nacional de Cultura cierran la carta recordando cuáles son los canales de diálogo institucionales y afirman: “Porque somos demócratas militantes, quienes hoy estamos en la conducción de la política nacional de cultura creemos profundamente en el diálogo democrático. Porque también somos republicanos, creemos en el diálogo que se canaliza por los carriles institucionales, no en las convocatorias que parten de ignorarlos”.