NTVG. NFT. Dos siglas que hasta ahora no habían ido juntas. La primera es más sencilla, No Te Va Gustar, la reconocida banda uruguaya. La otra es un poco más compleja, ya que significa non-fungible token y (resumiendo mucho) se trata de archivos digitales que tienen un certificado incluido en la blockchain, lo que permite rastrear y confirmar su autenticidad.

En su cuenta oficial de Twitter, NTVG anunció con bombos y platillos su desembarco en esta clase de archivos, que no están exentos de polémica (ver recuadro). “Queremos contarles que nos vamos a embarcar en una nueva aventura. Junto con grandes talentos uruguayos en el campo de la tecnología, estamos desarrollando nuestros primeros NFT”. Y agregó: “La idea es adaptar esta nueva herramienta para generar una comunicación más directa con ustedes”.

Desde que se popularizó esta tecnología, las transacciones más populares han sido de imágenes, incluyendo un collage digital que se vendió por el equivalente en criptomonedas a 69 millones de dólares. La NBA promocionó NFT de videos con las jugadas más recordadas, y hasta fue subastado el primer tuit de la historia, autenticado en la blockchain. Se pagaron tres millones de dólares por él, pero al intentar revenderlo meses más tarde sólo ofrecieron 300.

En el caso de NTVG, se trata de un archivo de audio. “Vamos a regalar cien unidades de nuestro primer NFT mediante un sorteo. Este NFT es muy especial para nosotros, porque contiene un demo inédito muy emocionante de la primera versión de 'Mi ausencia', con Emi solo en guitarra y voz”.

La forma de participar es a través de un cuestionario sobre la banda. El domingo se realiza un sorteo con aquellos que hayan respondido correctamente y el lunes los ganadores recibirán las instrucciones para descargar su NFT. Detrás de esta iniciativa está UltraDrop, que se define como “una plataforma para que artistas y creadores lancen proyectos de #NFTs y #Web3 adaptada a la realidad de Latinoamérica”.

Me cuesta creer

En 2021, el mercado del llamado criptoarte alcanzó los 22.000 millones de dólares (en criptomonedas). Sin embargo, surgieron algunas voces críticas, tanto por cuestiones ambientales relacionadas con el consumo energético que lleva la "certificación" de cada archivo como por la forma en que muchos especuladores se mezclaron con los artistas digitales "legítimos" que encontraron una manera de comercializar sus creaciones.

A comienzos de este año The Guardian habló de "una fiebre del oro digital insostenible", y lo cierto es que la burbuja redujo considerablemente su tamaño en 2022 y los analistas esperaban que setiembre cerrara con transacciones por 500 millones de dólares, las más bajas en 15 meses. Los perjudicados en este esquema serían aquellos que llegaron tarde y pusieron mucho dinero para comprar NFT con la esperanza de venderlos antes de que bajaran de precio, como en un juego del culo sucio digital.

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