“¡Muchas gracias por la dedicación y éxitos en lo que venga, Michael Etulain!”, escribió en su cuenta de Twitter la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales. Etulain, ex golero de Danubio, presentó su “renuncia irrevocable” y, en conversación con Garra, adujo motivos personales: “No le podía dedicar el tiempo que merece en este momento y no estaba siendo justo con los que estaban laburando todo el día”. “Lo hice con el convencimiento y la necesidad de aportar a la sociedad desde otro lugar”, agregó en un comunicado que posteó en sus redes sociales.
Michael Etulain, luego de terminar con su extensa trayectoria futbolística (Danubio, Defensor Sporting, Miramar Misiones, Ferro Carril Oeste de Argentina, Oriente Petrolero de Bolivia, entre otros) fue electo presidente de la Mutual el 16 de julio de 2018. 244 futbolistas de 1.200 habilitados votaron en aquella elección de autoridades. Del total de votos, siete fueron en blanco y dos eran anulados. Tras ello, la lista bajo el lema “Ahora más que nunca”, que encabezó el arquero de Danubio, obtuvo el derecho de dirigir el gremio de futbolistas hasta 2022.
Contar la historia
La Mutual cambió de mando, pero vale recordar la historia que antecedió a los hechos. Durante 2016 y 2017 el movimiento de jugadores Más Unidos Que Nunca tomó la posta y se plantó frente al gremio que en ese momento presidía Enrique Saravia. No se sentían representados, decían, y se sumaban a las denuncias que los jugadores de la selección uruguaya habían empezado a hacer en torno a los derechos de imagen. “Los futbolistas profesionales del medio local hemos despertado. Ahora sabemos que es necesario luchar para evitar que la enorme mayoría de los beneficios que genera el fútbol uruguayo quede en manos de intermediarios o de terceros, personas y empresas que no son los reales protagonistas de nuestro fútbol”, decían desde el movimiento de futbolistas que nació por fuera de aquella Mutual.
Conflicto entre las partes, pedidos de asamblea, instancias de negociación con la Comisión de Deportes de la Cámara de Representantes, paro de actividades del fútbol y, cuando parecía que llegaba una solución entre la Mutual y el movimiento disidente –los jugadores– todo volvía a empezar. Eran horas movidas para el entorno del fútbol uruguayo profesional, que se mantenía paralizado y sin vías de solución. A fines de 2017, inesperadamente, Enrique Saravia y la directiva de la Mutual leyeron un comunicado, argumentaron que no podían votarse los puntos que ellos mismos establecieron en el llamado a la asamblea, la dieron por anulada, se levantaron y se fueron. Después llegaron los informes del Ministerio de Educación y Cultura, el Parlamento convocó a las autoridades de esa cartera para que informara acerca de la fallida asamblea. Luego, historia conocida.
Más Unidos Que Nunca –al decir de Juan Silva Cerón– “fue un movimiento popular”, piedra en el zapato de la vieja Mutual. Aquel movimiento quedó fragmentado –dejó de existir–, la vanguardia duró poco, y está claro que varios beneficios para el jugador están a la vista, pero ¿es suficiente?