Andrea Valiente respira fútbol “desde la cuna”, pero la inequidad entre varones y mujeres no le permitió vivirlo en primera persona. Desde la montañita de su barrio en La Teja disfrutaba de observar: “ellos jugaban y una miraba desde afuera”. Nunca se propuso ser futbolista, “no era algo no permitido pero no te lo llegabas a plantear, si participabas era para ir a ver a tu hermano, tío o primo”, cuenta.

Por herencia familiar, estaba destinada a trabajar en una curtiembre, pero decidió cambiar el rumbo y estudió derecho. Su carrera transcurrió con excelencia: nunca perdió un examen.

En 2004, antes de recibirse, estaba en Colonia visitando a sus padres cuando se acercaron del club Peñarol de ese departamento para solicitarle un trámite: “hay unos derechos que les corresponden a los clubes que forman a los jugadores, no tenemos idea de qué se trata pero si te animás hay que hacerlos en la AUF”, le dijeron, y así comenzó a vivir su vocación.

“Averigüé lo del sistema de compensación de los jugadores por internet, bajé sentencias y en base a eso hice la demanda y se presentó por fuera de la AUF. Fue el primer reclamo que hizo un club del interior directamente a FIFA”. Se trató de un reclamo del club Plaza Colonia al Cruz Azul de México por la transferencia del jugador Daniel Baldi.

Labor fundamental

Tres años después, en 2007, su puesto de trabajo recibió el nombre de “Oficina Jurídica”, en la que trabajaba con otros tres abogados honorarios. En 2011 se retiró y ese mismo año la llamaron para que trabajara en el régimen de transferencia de derechos federativos de jugadores OFI-AUF, hasta que finalmente en marzo de 2012 se documentó la creación de la Asesoría Jurídica, con la doctora Andrea Valiente como responsable.

Se encargó del ámbito técnico de los contratos de televisación con Tenfield. “Yo estaba atrás de todos estos temas, mi labor siempre fue fundamental pero invisibilizada”. En la prensa solía escuchar: “lo tienen que analizar mis abogados”, “en una organización tan masculinizada es inadmisible que estuviera al frente una abogada mujer”, sostiene.

En alguna ocasión su labor fue reconocida, pero no de la mejor manera. Durante un Congreso de OFI, Armando Castaingdebat, integrante de la Comisión Normalizadora de AUF, dijo: “no conozco el nombre de la abogada que ha representado a la OFI, pero es una tigra. ¡No vayan a cambiarla!”; esto permanece escrito en el registro taquigráfico del encuentro.

Valiente generó las disposiciones técnicas del artículo 41 del estatuto de AUF sobre la autonomía de la OFI, para el que trabajaron desde 2013 hasta su aprobación en 2018.

Y de las del contrato de AUF TV. “Me siento muy orgullosa del resultado de ese producto, en el que no hubo ningún tipo de inconveniente técnico o legal”, considera.

De acuerdo a las estadísticas de la Secretaría Nacional del Deporte, la OFI está en el primer lugar de las organizaciones deportivas con más afiliados. Son más de 98.000 jugadores y 5.000 jugadoras inscritos, tiene más de 700 clubes afiliados. “Para ejercer mi función siempre tuve muy presente la responsabilidad social, cada decisión tenía que estar muy bien fundada y pensada, eso siempre lo contemplé para respetar los derechos de los demás”, dice con orgullo.

De ellas para ellas

Desde sus inicios Valiente luchó por mejorar el fútbol femenino, trabajando de forma honoraria junto con su compañera, la fundadora y expresidenta de la Comisión de Fútbol Femenino de OFI, Martha Costoya, funcionaria que también fue desvinculada a fines del año pasado.

Uno de los logros fue una alianza estratégica con ONU Mujeres desde 2014 a 2018. En base a su experiencia considera que esta categoría en el interior creció mucho en cantidad pero no en calidad. “Hay estadísticas de números pero no de necesidades, eso lo conocemos quienes hemos trabajado en primera línea”, sostiene. Muchas ideas y proyectos para el fútbol de mujeres se frenaron por no tener un presupuesto propio. “Pedimos a la Secretaría Nacional del Deporte que las partidas vinieran con rótulo, porque el fútbol femenino no era prioridad”, dice.

Condicionada

En 17 años de trabajo en la Organización de Fútbol del Interior Andrea se encontró en muchas ocasiones discriminada por ser mujer. “Nunca me faltaron el respeto pero sí había muchas situaciones que yo, con 30 años de edad y una determinada formación, no visualicé. Con los años y gracias a mi hija, que me enseñó mucho, logré entender que naturalicé cosas que no tendría que haber tolerado”, afirma.

“Nunca dejé a nadie en evidencia, pero sucede que desde el punto de vista técnico las falencias son muy grandes, por falta de formación de los dirigentes en la temática y porque al ser patrimonio de ellos, hablan aunque no sepan. A mí no se me permitía hablar de lo que no sabía; si decía algo era porque tenía un respaldo legal o documental”, sostiene.

Entre otras situaciones recuerda que en 2018, al organizar un evento con FIFA en el que estaban el intendente de Tacuarembó, el director de Deportes de ese departamento, la prensa y ella junto con una compañera por OFI (organizadora del evento), no tenían un lugar en la mesa. “Tuve que pedirlo, con vergüenza; me sentaron en una esquina y no me dieron la palabra. Cuando se estaban levantando todos, dije que tenía algo para decir y hablé por la organización”, cuenta.

Sin explicaciones

Luego de una serie de sucesos Valiente fue desvinculada el 10 de febrero de este año por un mensaje por Whatsapp que le envió el presidente de la organización, Mario Cheppi. Decía lo siguiente: “Buen día, doctora. Lamento comunicarle que el Ejecutivo ayer resolvió rescindir el contrato que la organización firmara con usted oportunamente. La discusión interna, por supuesto, me la reservo, pero en ningún momento se habló de falta de ética, como se dice en algún medio de prensa. Reitero, nunca se habló de falta de ética y puede reenviar este mensaje al lugar que usted quiera. La autorizo. Atentos saludos, Mario Cheppi”.

También fue despedida Costoya, es decir, las únicas dos mujeres con cargos de poder en la organización.

La historia empezó en una reunión: “El consejero Nilo Scarpa le dijo a una compañera que había dado una opinión que ella no sabía del tema porque nunca había jugado al fútbol, y la remató diciendo: ‘lo que pasa es que yo soy un hombre machista’”, sostiene Valiente.

Por entonces Valiente había presentado un informe técnico sobre las aptitudes necesarias para ocupar el puesto de vicepresidente de la OFI, que ese mismo consejero “calificó como sesgado y que inducía a error al Ejecutivo”, cuenta. Ella decidió denunciarlo ante el Tribunal de Ética. “El informe quedó en actas, a disposición de todos. Era un tema político. Lo que a mí me compete es lo técnico. Si no les gustaba el informe, estaba perfecto. Yo hago una sugerencia; por mí que quede quien quede”, sostiene.

Scarpa solicitó que se considerara su cargo de la asesoría y votaran por mayoría para desvincularla. El acta número 31, publicada en la web de OFI, dice: “Sobre la asesoría jurídica: (...) El Sr. Scarpa describe el contrato que hay con la Dra. Andrea Valiente el cual fue distribuido a los Consejeros. Expresa que fue denunciado por la misma ante el Tribunal de Ética, situación que entiende que no estuvo correcta y realiza otra serie de puntualizaciones sobre la asesoría. En conclusión mociona para que se le rescinda el contrato a Valiente. Se discute el tema con la totalidad de los Consejeros presentes, argumentan en pro y en contra de lo mocionado. Cerrada la discusión se procede a votar. Solicitando al Sr. Ortiz que la votación sea nominal. Por la afirmativa: Cheppi, Román, Cáceres, Fabiani, Scarpa, González, Bevegni, Aliano y Gabito. Por la negativa: Ortiz, Irigoyen y Coronel”.

Sobre su despido siente que las formas fueron las menos acertadas. “Yo me gané un respeto en la OFI y me han tratado de desprestigiar desde el punto de vista profesional”. También cuenta que hasta su último día de trabajo dejó un contrato pronto para la firma. “No es un tema de dinero ni de falta de trabajo, al contrario, yo generaba ingresos porque seguía haciendo los trámites por derechos de formación. Es un tema de que yo tuve una situación puntual con un consejero y evidentemente todos se sintieron atacados”, finaliza.

En su defensa

El Comité de Ética no aceptó la denuncia y no dejaron expediente. “Una arbitrariedad que como abogada con 17 años en la OFI no me escuchen, no acepten una denuncia y no me dejen ver el expediente. Presenté nota y es como que nunca existió, eso duele”, dice.

“Es un cargo muy sensible el de la asesoría. Entiendo que tiene que haber recíproca confianza. Si se cortó, lo entiendo, no hay problema”; lo que realmente la afectó fue su desvinculación como docente de ética y legislación deportiva en el curso de entrenadores de la Licencia Pro. Nadie le explicó el motivo, pero encontró en el acta 37 que, tras la nota que envió por su desafectación como docente, “se intercambian opiniones sobre el asunto participando la mayoría de los consejeros, aprobándose por mayoría que la desvinculación debe ser en todos los ámbitos”.

“Me bajaron del curso dándolo, faltó que me apagaran la pantalla. Al día de hoy, sin explicación, presenté una nota al Ejecutivo y no tuve respuesta. Lo hacía por vocación. Tengo formularios estadísticos que le pido a los entrenadores cuando terminan de forma anónima, para que hagan una evaluación del curso, y todos ponen excelentes puntajes”, finalizó.

Las autoridades de OFI fueron consultadas sobre esta situación pero no se obtuvo respuesta. Al día de hoy la doctora Valiente sigue esperando respuestas sobre el documento que elevó al Comité de Ética y por el que nunca recibió ninguna devolución.