Las tricolores son pioneras en la fundación del fútbol femenino uruguayo por haber participado en la creación de la Asociación Amateur de Fútbol Femenino en 1970, de la mano de Zulma Palavecino, dirigente de Nacional y encargada del femenino del club hasta su fallecimiento en 2004. Hoy las albas son precursoras en el profesionalismo.
El proceso comenzó en 2020. Nacional hizo historia cuando anotó en la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) a las primeras jugadoras con contrato profesional del fútbol uruguayo. Josefina Villanueva, Valeria Colman, Antonella Ferradans, Naiara Ferrari, María Paz Vila, Juliana Castro y Esperanza Pizarro fueron los primeros nombres registrados de mujeres futbolistas uruguayas. Este año otras 19 jugadoras se vincularon formalmente con el club y sólo restan dos que lo harán en junio.
“Un paso muy grande”
Los montos de los contratos se mantienen. Los pagos van desde 4.000 hasta 8.000 pesos mensuales, cifra que, si bien equivale apenas a un viático, es un avance. Hablar de profesionalización es abarcar muchas cuestiones, más allá del dinero. La golera tricolor, Agustina Sánchez, afirma que no sólo están apostando a hacer contratos, sino que están trabajando en otros aspectos fundamentales, como el lugar de entrenamiento. Actualmente las bolsilludas entrenan en Los Céspedes, donde practican todos los planteles masculinos. “Tenemos muchos beneficios, todo lo que necesitamos está a disposición. Este proceso se inició el año pasado y desde entonces Nacional siempre está ahí para colaborar”, remarcó.
Todas estaban esperando que llegara su turno, porque se suele firmar de a dos o cuatro jugadoras por mes. La emoción estuvo latente desde el día en que se enteraron de lo que se venía. “Cuando estás jugando querés salir campeona, ganar, pero ser profesionales es otra cosa, un paso muy grande; te sentís distinta, formás parte de otra manera”, sostuvo Agustina.
La arquera considera que este paso debe impulsar el crecimiento de todo el fútbol femenino uruguayo. “Sirve para que los otros clubes se contagien y empiecen a aplicar lo mismo, a valorar de la misma forma al fútbol femenino. Que se contagien para seguir creciendo. Hay clubes que no tienen dónde entrenar o las cosas básicas que se necesitan para estar de igual a igual”.
“El mejor lugar”
Por su parte, la mediocampista Hevelin Jara se mostró muy feliz de haber logrado este paso: “Personalmente es una felicidad tremenda firmar contrato con el club del que soy hincha. No hace tanto tiempo atrás esto era impensado. Es algo de lo que no me voy a olvidar más. Siento emoción y ganas de seguir trabajando para mantenerme en este club, que hoy es el mejor lugar para estar en el fútbol uruguayo”, dijo. Para Hevelin, “firmar contrato es algo soñado y a lo que toda jugadora aspira”. Ella considera que, sea cual sea la actividad a la que una persona se dedique, quiere sentirse profesional. “Esto es un proceso que viene haciendo Nacional desde hace mucho tiempo. Suma y es importante porque te genera un vínculo contractual con el club, pero en realidad es la decoración final. Todos sabemos que ser profesional implica mucho más que una remuneración”, agregó.
Las jugadoras dicen sentirse profesionales desde hace tiempo, por las herramientas con que cuentan para entrenar y competir: infraestructura, una cancha exclusiva para el femenino, ropa de entrenamiento, recursos humanos y colaciones, entre otras cosas. “Una camina en Los Céspedes sintiéndose parte, teniendo sentido de pertenencia. Eso es mucho más valioso que la firma de los contratos y, si bien aún falta, es un buen inicio para llegar a ser completamente profesionales”, finalizó Jara.