La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) sancionó a un par de integrantes del equipo arbitral del partido entre uruguayos y paraguayos, y explicitó que el gol del equipo de Tabárez era válido y debió haberse concedido.

No se sabe si la Conmebol quiso reafirmar el titular de la diaria acerca del partido que Uruguay-Paraguay jugaron por la Clasificatoria Sudamericana para Catar 2022 , o si lo quiso desconstruir.

El título jaimerossista, “Un recuerdo inexplicablemente gira alrededor”, apuntaba al gol de Uruguay anulado por el VAR. Y la primera palabra de la crónica, “Inexplicable”, hace alusión a la canción de Jaime Ross, pero directamente al gol de Jhonatan Cabecita Rodríguez convertido a los 23 minutos de la primera parte, y que, de manera inexplicable, el videoarbitraje anuló.

Por ese error de características técnicas, y no de apreciación, la Conmebol suspendió “por tiempo indeterminado” a dos de los seis integrantes del equipo arbitral de campo y videoarbitraje al concluir que “han incurrido en errores graves y manifiestos en el ejercicio de sus funciones en el desarrollo del partido mencionado precedentemente, puntualmente en la siguiente situación: Minuto 23-. Anulación de gol de la Selección Uruguaya por supuesto fuera de juego”.

No fue inexplicable porque la Conmebol lo explica en un video didáctico, donde se va explicando cómo resolver esa situación con la repetición de la jugada real, y se va narrando de manera descriptiva y técnica que es lo que acontece y lo que no. “El hecho de estar en posición fuera de juego no constituye infracción. En este caso, el jugador celeste no interfiere, no participa, no gana ventaja de su posición y no debe ser sancionada. El asistente realiza el procedimiento de levantar la bandera una vez que el equipo celeste convierte. El VAR, en este caso, debería haber buscado ángulos y velocidades para evaluar tanto la posición como la participación del jugador en posición de fuera de juego a fin de determinar que no es infracción. Decisión arbitral: incorrecta”.

Desde otro ángulo

Esa innovación de hacer extensión con un hecho real y reciente, apenas modificada por la despersonalización (“el jugador celeste”), fue mucho más allá de la clase, y en un hecho sin precedentes, la Conmebol realizó un juicio sumarísimo y suspendió por tiempo indeterminado a dos de los integrantes del equipo arbitral del jueves por la noche en Montevideo: el árbitro VAR Nicolás Gallo, y el segundo asistente en cancha, el que levantó la bandera, Miguel Roldán.

Lo extraño es que Roldán fue quien en la cancha marcó la posible posición fuera de juego, pero en la cabina del VAR, Gallo y Andrés Rojas (que sale indemne de la sanción sin que sepamos por qué) pudieron con recursos técnicos haber resuelto lo que correspondía que era la validación del gol del floridense, porque Mathias Viña, el único futbolista adelantado en una parte de la jugada, que además no es ni la del gol ni la del pase de gol, estaba en una posición que no influía ni tomaba ventaja de su mínimo adelantamiento.

Conversado

La Conmebol divulgó además los videos de las conversaciones entre el árbitro VAR y el árbitro principal sobre dos jugadas más, la de la amarilla a Matías Vecino, en la que es llamativo, por lo menos, cómo desde la cabina se quiere influir sobre la decisión del juez de campo, y la del no-penal al final del partido.

El comunicado de la Conmebol, firmado por Wilson Seneme, presidente de la Comisión de Árbitros, innova, sanciona, y hasta hace extensión, pero de ninguna manera devuelve el gol de Uruguay que cambiaba el destino del partido.

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