En la primera jornada del grupo E, se dio el segundo batacazo del Mundial, -luego del triunfo de Arabia Saudita sobre Argentina-: Japón le ganó a Alemania en el primer cruce histórico entre ambos equipos por un Mundial. Anteriormente, estas selecciones sólo se habían cruzado dos veces por encuentros amistosos, en los que en ambas ocasiones ganó Alemania.
En lo que fue un verdadero partidazo, dinámico y contundente, plagado de buenas jugadas y con un muy fútbol, İlkay Gündoğan abrió el marcador de penal a los 33 minutos, Ritsu Dōan lo empató a los 74, y Takuma Asano aportó el tanto del triunfo a los 83.
Los jugadores alemanes se manifestaron en la previa del partido: se taparon la boca en protesta por la libertad y los derechos humanos, que son sistemáticamente vulnerados en Qatar.
Lo lindo del juego
Jamal Musiala generó la primera chance para Alemania, pero la defensa nipona -muy bien parada- dejó en claro que no sería un trámite fácil. A los pocos minutos podría haber llegado el primer gol japonés, cuando Maeda superó a Manuel Neuer con tiro raso, pero la jugada estaba en posición adelantada.
Alemania tenía más la pelota pero no generaba, a excepción del intento de cabeza de Rüdiger, que se fue por encima del arco japonés, rozando el palo izquierdo.
Poco a poco Japón comenzaba a imponerse y aprovechaba los errores del rival, como cuando, por una mala salida de Schlotterbeck, el conjunto de Hajime Moriyasu salió de contra.
La selección de Hansi Flick estaba incómoda en la cancha, y si bien mostraba un buen juego colectivo, no lograba generar verdadero peligro.
Hasta que tras el chequeo del VAR, por una falta de Gonda que derribó a Raum dentro del área, se cobró un penal a favor de los alemanes, que İlkay Gündoğan cambió por gol a los 33. Esa alegría les dio ánimo a los europeos, que crecieron en los últimos minutos de la primera parte.
El milagro no alcanzó
Alemania empezó encendida en el complemento, con una gran corrida de Gnabry por la derecha, que tras sacarse a varios jugadores rivales de encima, sacó un buen remate que se fue por encima del arco.
Japón se volvió a salvar cuando tras varios toques y el pase de Musiala, el recién ingresado, Gundogan, terminó rematando al arco, y la pelota se fue afuera por muy poco.
A los 70 se salvaron los asiáticos con una triple tapada de Gonda, tras los intentos de Gnabry y Hofmann.
El milagro alemán se dio cuando Manuel Neuer, el golero alemán, sacó una pelota que a priori parecía inatajable, lo que valió como un gol.
Pero Japón no paraba de insistir y la igualdad estaba al caer. Fue a los 74 que Ritsu Dōan lo empató, tras el centro de Minamino.
Desde el tanto de la igualdad, los nipones se prendieron y a los 83 Takuma Asano puso el segundo, tras recibir la pelota al borde del área y colocar un derechazo que terminó en el techo de la red.
Los últimos minutos fueron infartantes, porque ambos conjuntos presionaban, Alemania intentando igualar la cuestión, y Japón queriendo aumentar la ventaja para evitar lo primero, pero el 2-1 ya estaba sellado.
Datos de interés
Los germanos clasificaron al Mundial de Qatar con puntaje casi perfecto en las Eliminatorias UEFA, tras nueve victorias y una derrota, pero luego tuvieron una participación floja en la Nations League 2022, donde quedaron al borde de descender a la Zona B.
Varios pueden ser la figura en el conjunto alemán, pero el nombre de Joshua Kimmich, jugador del Bayern Munich, se destaca por ser de los que más aportan, gracias a su versatilidad, sus pases y sus centros precisos. Kimmich fue el jugador con más minutos del equipo en las Eliminatorias.
Por su parte, los nipones accedieron a la Copa del Mundo en la que están desde su debut en Francia 1998 tras quedar segundos en el grupo A sólo detrás de Arabia Saudita en la Eliminatoria Asiática. Su objetivo estará en lograr la clasificación a octavos por segunda vez en su historia.
En Japón juegan ocho futbolistas que se desempeñan en conjuntos alemanes, de la primera y de la segunda división de la Bundesliga; pero la figura del equipo, Takumi Minamino, juega en Mónaco. Con 27 años, acumula más de 200 partidos disputados en el viejo continente y es considerado el jugador más peligroso de Japón.