En el marco de la campaña “One Love”, en apoyo a la diversidad, los colectivos LGTBI y en contra de la discriminación, las selecciones de Inglaterra, Gales y Países Bajos pretendían usar brazaletes con los colores del arcoíris, característicos de los movimientos en pro de la diversidad sexual.

Sin embargo, en las últimas horas, las asociaciones de Inglaterra y Gales emitieron un comunicado conjunto en el que confirman que “la FIFA ha dejado muy claro que impondrá sanciones deportivas si nuestros capitanes llevan los brazaletes en el terreno de juego”, puesto que en Qatar la homosexualidad es considerada un delito.

“Hoy, horas antes del primer partido, la FIFA nos ha dejado claro (oficialmente) que el capitán recibirá una tarjeta amarilla si lleva el brazalete de capitán OneLove”, detalló por su parte la federación de fútbol de Países Bajos.

En tanto, ingleses y galeses, señalaron que se encontraban “preparados para pagar las multas que se aplican normalmente a las violaciones de las regulaciones sobre equipamientos” y tenían “el fuerte compromiso de llevar el brazalete”. Sin embargo, entendieron que no pueden colocar a los jugadores “en la situación de que puedan ser amonestados e incluso obligados a dejar el terreno de juego”.

La federación de hinchas de fútbol (FSA, por sus siglas en inglés) emitió también un comunicado en el que mostró su indignación: “Nunca más se debería dar un Mundial a un país sólo por el dinero”, sentenciaron. La Copa del Mundo no debería hacerse en “ningún país con problemas con los derechos LGTBI+, de las mujeres, de los trabajadores, o cualquier otro derecho humano”, sentenció.

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