Uruguay prepara el segundo partido del Sudamericano sub 20

En la tercera fecha del grupo B del Sudamericano sub 20, Uruguay tendrá su segundo partido. Y cae bien, porque tras el debut con goleada ante Chile, ahora tiene la chance de quedar primero: para eso deberá ganarle a Venezuela en Cali, Colombia, partido que arranca a las 19.00 de nuestros relojes.

La historia puede ser diferente. Ahora Uruguay llegará con dos días de descanso, mientras que la vinotinto, que perdió 1-0 con Bolivia en el debut, llega descansada tras haber quedado libre en la pasada fecha. Por el contrario, la celeste puede jugar con la tranquilidad de haber ganado en el inicio, mientras que Venezuela tiene urgencia de buen resultado.

La cancha, esa

No es menor que la juvenil haya ganado con buen margen en la primera fecha. En campeonatos como estos, que básicamente son exprés y se juegan cada 48 horas, comenzar perdiendo -encima después de haber quedado libre, o sea sin posibilidad de descanso hasta el final del grupo- complica las chances, incrementa los nervios, tensa la piola que sostiene los buenos rendimientos.

“Los debuts siempre son complicados por los nervios de los chiquilines”, dijo el entrenador Marcelo Broli. Es cierto, los niveles de excitación palpitan alto en cualquier debut. Pero, también es cierto, esta vez no se notó, tal vez por la solvencia de la selección celeste, quizás por los goles tempraneros que dieron alivio y seguridad.

Si de méritos hay que hablar, en lo colectivo Uruguay mostró una gran imagen el domingo frente a los trasandinos. Fue un equipo que presionó arriba, ahogando la salida del rival o forzándolos al pelotazo que siempre tuvo destino de defensa uruguayo y, pelota al pie, volver a empezar. También lo dijo el DT y hay que subrayarlo: a Uruguay le gusta hacerse cargo del partido: “Eso fue lo que nos permitió volver a atacar muy rápido”, comentó Broli.

Dar respiro

Desde la pandemia de covid-19 el fútbol tiene cinco cambios. Era una señal para proteger a los equipos y la baja de jugadores por la enfermedad de turno. Después quedó, y ahora es parte ineludible de la planificación de los partidos para los entrenadores.

Para este tipo de campeonatos, cinco cambios es algo bueno. No es normal jugar cada 48 horas, mucho menos en juveniles, categoría en la que -al menos en este rincón del mundo- la organización de los torneos no se rige por patrones de coherencia o, lisa y llanamente, se cortan a cada rato.

Uruguay tiene un plantel parejo. Se pudo apreciar en el debut; hubo jugadores muy buenos como titulares, pero a la vez ingresaron suplentes de enorme calidad. No es novedad: estudiando los partidos de preparación del combinado celeste, las diferentes alineaciones titulares que usó Broli fueron variadas y con pocos jugadores repitiendo titularidad. Por eso, es probable que para este segundo partido, el entrenador modifique algunos puestos, pensando en cuidar estados físicos, pero con las garantías de que el equipo puede funcionar igual de bien.