El querido fútbol uruguayo buscará volver después de un mes a las canchas, entre el 5 y el 8 de octubre, y dejará por fin los escritorios y los comunicados. El fútbol uruguayo rozó el caos: por un lado, los futbolistas agremiados reclamando actualización salarial, contexto y condiciones básicas; por otro, directivos, esa casta patronal tan clásica. Unos hablan de derechos, otros de legalidad; unos hablan de hambre, otros desde la Cámara de Comercio.

En ese entramado, el fútbol, el tan mentado fútbol del que tanto se habla y al que tanto se le achaca. Este conflicto nos devela que al final el juego en sí no tiene nada que ver, que sobre todo son hombres los que habitan o deshabitan el conflicto, y son hombres los que deciden, los que ceden y los que traban. El fútbol volverá y, con él, los dedos apuntando al trabajador, los dedos que lo admiran, los dedos que lo apoyan y los dedos que lo critican y lo ubican en un pedestal o en la miseria. Dedos son dedos.

Lo cierto: el fútbol volverá de alguna manera, las condiciones seguirán siendo más o menos las mismas y habrá un ajuste que seguro dispondrá la Asociación Uruguaya de Fútbol, que, al fin y al cabo, está en el medio de todos los intereses, los de los clubes que la apoyan y los de los clubes que, por el contrario, se apoyan en sus propios intereses.

Los amistosos, la muerte

Danubio le ganó a Sud América 1-0 con gol de cabeza del defensor Martín Rea. Realidades distintas, uno en Primera, el otro Segunda, pero compartiendo la necesidad: jugar. El equipo franjeado que ahora dirige Mario Saralegui formó con Mauro Goicoechea, Mateo Argüello, Rea, Lucas Monzón, Leandro Sosa, Santiago Romero, Santiago Silva, Nicolás Rossi, Sebastián Fernández, Diego Vera y Gonzalo Bueno. Por su parte, el elenco nacido en Villa Muñoz, que en estas horas despidió a su kinesiólogo de toda la vida, el señor Julio Cabrera, quien guardará para siempre la variedad de apodos que llevó su nombre, formó con Facundo Silva, Rodrigo Izquierdo, Gonzalo Godoy, Gonzalo Rocanieri, Mauricio Loffreda, Esteban Rodríguez, Maximiliano Calzada, Bruno Giménez, Emiliano García, Juan Cruz Mascia y Diego Sánchez.

El Clausura de Primera tiene un líder y es Boston River. El sastre se apronta para la vuelta y goleó a su par de Oriental de La Paz 5-2. Los goles del equipo capitalino fueron convertidos por el venezolano Brayan Alcócer en dos oportunidades, Bruno Abbate, José Riasco y Kevin Rodríguez. Además, Cerrito y Cerro empataron 1-1 en el Monumental Luis Tróccoli. Los goles fueron convertidos por Agustín Tejera para la visita y Sebastián Cáceres para el elenco del Cerro de Montevideo.

En el Parque Viera, por su parte, Wanderers le ganó 3-1 a la sub 23 que se encuentra en pleno proceso de trabajo. El equipo bohemio despidió a su exentrenador Gastón Machado, que se quitó la vida en Rivera, su ciudad natal, en las últimas horas. Con sentido pésame, Wanderers, entre otros equipos, saludaron a la familia del entrenador, que sobre todo dejó un legado humano en los seres cercanos a su carrera. Además, marcó un antes y un después en la generación de futbolistas de las inferiores del club. Eso también es fútbol uruguayo: la salud mental, la depresión, el olvido.