Este domingo se jugó la final de vuelta de la Copa de Brasil. San Pablo y Flamengo iban por la gloria. Quien llegaba con un leve favoritismo era el conjunto paulista, que había ganado la ida en Río de Janeiro por 1-0. Tras el empate en el mítico Morumbí, San Pablo logró salir campeón de la copa por primera vez en su historia.

Los goles del 1-1 fueron de Bruno Henrique para el Flamengo a los 44 minutos, pero unas jugadas después empató Rodrigo Nestor. Con ese marcador se jugó todo el segundo tiempo, donde hubo chances para un lado y para el otro.

Los uruguayos en el campeón fueron Gabriel Neves y Michel Araújo. Ambos fueron suplentes y vieron acción en el complemento. Neves fue el primero en entrar, a los 65, para reforzar la contención de la mitad de la cancha paulista; el cambio de Araújo fue a los 80 sustituyendo al compañero que hizo el gol del equipo. Neves, además, fue expulsado por doble amarilla cuando iban ocho minutos de descuento.

Giorgian de Arrascaeta también estuvo en cancha. El volante creativo fue titular en el Flamengo, ocupando el clásico lugar del número 10. El de Nuevo Berlín comenzó a tener minutos de calidad luego de volver de la lesión que lo aquejó. De buen partido, con chispazos interesantes, De Arrascaeta jugó hasta los 80, cuando fue suplantado por Éverton Ribeiro.

San Pablo, tras la copa levantada, se aseguró jugar la Copa Libertadores de América 2024. Es un buen logro, ya que los paulistas dirigidos por Dorival Junior no vienen haciendo un gran Brasileirão y, como consecuencia, hoy en día estaban lejos de poder asegurarse participación internacional el año que viene.

Al Flamengo le queda pelear por el campeonato, aunque para eso necesita reaccionar rápido. El mengão está séptimo con 40 puntos, once menos que el Botafogo, cuando faltan 14 partidos para terminarlo.