Este 20 de enero comenzará en casi todo el país la 20ª edición de la Copa Nacional de Selecciones, que desde hace 20 años se juega bajo ese nombre pero que, sin embargo, se empezó a disputar en 1951 como Campeonato del Interior. Tenía entonces el mismo formato global: un primer módulo de torneos regionales y finalización con el embudo de los campeones de las confederaciones existentes o participantes. Estas son y fueron las ya centenarias Litoral, nacida en 1922, y Sur, de 1923, además de Norte, de 1926, y Este, de 1927, las cuatro primeras confederaciones de ligas del interior, que precedieron a la Organización del Fútbol del Interior (OFI) que es de 1946, a Noreste (1968-1991) y a Litoral Norte, nacida como una escisión del primer Litoral en 2002.

Son 35 las representaciones de ligas y agrupaciones de ligas de 18 departamentos del país que participarán en el torneo bajo el paraguas más amplio de deportistas de todo el país, ya que potencialmente están habilitados a participar más de 20.000 futbolistas de los más 600 clubes que integran la OFI.

La última clasificada se conoció cerca de las primeras horas del último día de 2023, cuando Dolores, que balconeaba lo que sucedía en Carmelo en el partido en el que los locales enfrentaban a Nueva Palmira, los únicos que podían llegar a forzar una final con los doloreños. Carmelo derrotó 3-0 a los palmirenses y quedó resuelto que Dolores, con 9 puntos en cuatro presentaciones, volverá después de seis años a la máxima competición del fútbol del interior.

En el Litoral Norte hay cinco selecciones y son tal vez las que menos poblaciones representan, mayormente a las capitales departamentales. El Litoral tiene ocho representaciones también bastante directamente vinculadas a una ciudad. El Sur y el Este cuentan con 11 combinados en cada una de sus confederaciones y aquí se multiplican las poblaciones porque hay selecciones que en sus planteles tienen jugadores de muchos lugares.

Pago a pago

Las 35 selecciones se dividen en cinco del Litoral Norte, que tiene tres de las ligas que en 1922 el sanducero Alberto Blas Langón agrupó en la primera histórica confederación del Litoral –Paysandú, Salto y Artigas–, además de Rivera y Tacuarembó, que hasta 1991 pertenecieron al Norte o al Noreste; ocho del Litoral, que tiene dos de las fundadoras del viejo torneo de 1922 –Río Negro y Soriano–, además de Young, Dolores, Bella Unión, Ligas Agrarias de Salto, Guichón y Tranqueras; 11 del Sur, que tiene desde siempre sus cinco fundadores –Florida, San José, Durazno, Canelones y Flores–, más Colonia del Sacramento, la Federación de Ligas de Colonia, Casupá, Liga de Ecilda Paullier, Sarandí del Yi y San Gregorio de Polanco; y las 11 del Este, Zona Oeste de Maldonado, Maldonado, Lavalleja, Rocha, Chuy, Cerro Largo, Río Branco, Treinta y Tres, Cerro Chato, Batlle y Ordóñez y Canelones del Este.

Cuatro campeones, un gran campeón

Para las poblaciones en competencia, los cuatro torneos de confederaciones son históricos y anhelados campeonatos, de los que se buscan, de los que se pelean en caminos plenos de frustraciones y algunas copas.

Por si alguien desconoce la tasación emocional de estos campeonatos, son de los que arrancan con la vuelta olímpica en la cancha y terminan en caravana por la ciudad, sin descontar un alargue con festejo en el baile. Es de los títulos que se recuerdan para siempre, de los que suman recortes amarillentos de diarios y exageraciones verbales transmitidas de generación en generación.

Ser campeón del Litoral, del Sur o del Este es, definitivamente, entrar en la historia, y no el check in para entrar a la fase final de la Copa Nacional de Selecciones.

Litoral Norte

Lo juegan Artigas, Salto, Paysandú, Rivera y Tacuarembó, en régimen de todos contra todos, a dos ruedas en diez jornadas. El campeón es el que suma más puntos y el segundo pasa junto al campeón a los cuartos de final de la Copa Nacional de Selecciones.

La de Paysandú será una de las tres selecciones que no habrán de arrancar el 20 de enero: pidió estar libre la primera fecha para tratar de llegar con el estadio Artigas lo más pronto posible. En la primera fecha jugarán Rivera-Salto y Tacuarembó-Artigas.

Litoral

Se conforma con dos series, una integrada por las dos únicas capitales departamentales que juegan este torneo, Fray Bentos y Mercedes, que disputarán con Young –representante de Río Negro Interior– y Dolores –el de Soriano– por dos lugares a las semifinales; la otra compuesta por Bella Unión, Tranqueras, Ligas Agrarias de Salto y Guichón, que también lleva a los dos primeros, después de jugar en régimen todos contra todos a dos ruedas, a las semifinales del Litoral.

Los dos finalistas del Litoral pasan a cuartos de final de la Copa Nacional de Selecciones.

Sur

En el año del centenario del primer campeonato del Sur, el torneo se desarrollará con 11 participantes divididos en tres grupos. El A lo integran Florida, Canelones y Casupá, y clasifican dos de los tres a la segunda fase, que se jugará en triangulares semifinales. Empieza el sábado 20 con el partido en el Campeones Olímpicos entre Florida y Canelones.

El grupo B tiene a Colonia del Sacramento, Federación de Colonia, San José y Liga de Ecilda Paullier, y clasifica a los dos primeros. Arranca con Federación de Colonia ante Ecilda Paullier y San José frente a Colonia del Sacramento.

La conformación del grupo C también es de cuatro selecciones de las que clasificarán dos: Durazno, Flores, Sarandí del Yi y San Gregorio de Polanco.

Las semifinales se juegan con dos triangulares: en uno se enfrentarán el primero de la serie A, el segundo de la serie B y el primero de la serie C; el otro triangular lo conformarán el segundo de la serie A, el primero de la serie B y el segundo de la serie C.

Este

Con ligeros cambios en los grupos, los 11 participantes se dividen en tres series: la A, que tiene a Lavalleja, Treinta y Tres, Cerro Chato y Batlle y Ordóñez, clasifica a los tres primeros; la B tiene a Rocha, Cerro Largo, Chuy y Río Branco, y también promueve el paso de los tres primeros a cuartos de final; por su parte, el grupo C, fuerte y lindo, quedó reducido a tres participantes, Zona Oeste de Maldonado, Liga Mayor de Maldonado y Canelones del Este.

Volver

Cuando llega el verano y el cielo a la altura del estadio compone la alquimia del humo de los mediotanques y los vapores de las ollas con los panchos con la luz de cuatro columnas inmensas e inconmovibles, medio chuecas y con sus focos cariados; cuando la llegada a los viejos portones del estadio más que una caminata es un pase a los sueños por venir, es tiempo de volver a la edad de la inocencia, volver a sentir el olor al cielo, el olor al pasto, porque miles de nosotras y nosotros sabemos que ahí hay un perfume iniciático, una fragancia de vida que no se olvida; las Honditas, el genérico de los viejos ciclomotores, y lo que queda de las Zanella y las Suzuki apiladas contra el muro del estadio, las chivas sin cadenas o con trabas y candados haciendo eterno equilibrio con el pedal contra el cordón, el parrillero coronado con generosos chorizos de rueda y el llanto emocionado del humo y la grasa bañando la brasa, la risotada del gordo con un vientre amplio ya viejo y canoso que supo ser dueño de otras noches, pisando y pasando, las minas absolutamente endomingadas como si ya estuvieran quemando el outfit de la próxima party.

Ahí están y estamos todas y todos. Padres, novias, la de la fábrica de pastas, el milico, la del banco, la abuela y el que anda con la que estaba casada con el que tenía la estación de servicio. Madres, tíos, primos lejanos, el pizzero, el cobrador del cable, el motoquero del delivery, la de la panadería y la cajera del súper.

Están todos porque ahí está la fiesta.