El salteño Luis Suárez dejó la selección uruguaya y será recordado para siempre. De eso no hay dudas. Sin embargo, sus declaraciones posteriores a su salida sobre la gestión de Marcelo Bielsa al mando, dividió a propios y extraños.

Los futbolistas que quedaron en la selección tuvieron que salir a manifestarse de manera incómoda y todo el pueblo habló de lo que dijo Luis, pero también habló de que se podría haber hecho de otra manera, o en la interna, y no resquebrajar un plantel que encima no cosecha su mejor rendimiento en los últimos partidos. 

Tras reuniones internas, dos partidos más por Eliminatorias en los que el rendimiento dejó que desear, y dos conferencias de Bielsa tratando de ablandar la dureza, Luis Suárez atendió a los medios este viernes, en la víspera del partido que Inter Miami disputará el sábado ante New England Revolution por la última fecha de la fase regular de la Major League Soccer (MLS) estadounidense. 

En el encuentro, los de Miami van por superar el récord de mayor puntaje en una fase regular de la liga de fútbol de Estados Unidos que, justamente, tienen los New England, que llegan a Fort Lauderdale ya eliminados, mientras que Inter con el primer puesto obtenido con anticipación ya aseguró su paso a semifinales de la Conferencia Este.

Suárez, ante la consulta por los dichos sobre la gestión de Marcelo Bielsa, evaluó que “van mejorando las cosas después de lo que uno dijo, sin haber querido herir a nadie”. Y prosiguió: “Entiendo el enojo o algún mal comentario que se haya malinterpretado, pero con la tranquilidad de que se han cambiado algunas cosas, que se han visto. Lo han dicho algunos jugadores”, expresó el delantero salteño.

“Eso es lo que buscaba. Lo que quería que se generara son cosas que se habían hablado muchas veces puertas adentro”, añadió. Y agregó que tiene “la tranquilidad de querer siempre lo mejor para la selección”. “Ahora se irán viendo cosas muy positivas”, concluyó Suárez en la previa a su partido con el Inter de Miami, junto a su amigo la estrella Lionel Andrés Messi.