Por la clasificatoria a la Americup 2025, Uruguay visitó Panamá y salió ganador con un 77-55 contundente. Lo mejor del combinado dirigido por Gerardo Jauri fue lo colectivo; el equipo fue muy fuerte en defensa, y en ataque buscó las mejores posibilidades de tiro, haciendo que el goleo fuera repartido.
En el otro partido del grupo, Brasil goleó a Paraguay 108-53 en Asunción. Con este resultado uruguayos y brasucas quedaron con saldo de 2-0, quedando muy bien posicionados para la clasificación, ya que pasarán los tres primeros de la serie.
Uruguay volverá a jugar en noviembre, cuando visitará tanto a brasileños como a paraguayos, para en febrero de 2025 recibir a las mismas selecciones en el Antel Arena.
Paso a paso
En el primer cuarto la celeste empezó mal pero terminó bien. Antes: si terminaron 12-12, es claro que el juego tuvo más defensa que ataque, aunque también se podría decir que hubo ataques ineficientes. Eso le pasó a Uruguay, que buscó llevar el partido con tiros exteriores pero tuvo bajos porcentajes, lejos de ser el mismo que en el partido jugado el viernes pasado en Montevideo. Por el contrario, como los de Gerardo Jauri fueron muy intensos para defender su aro, cuando afinaron la puntería lograron emparejar y cerrar el cuarto con otra imagen y el score igualado.
Buenas defensas, ataques rápidos, transiciones con buenas ejecuciones y puntos desde adentro y desde afuera: combo perfecto con el que Uruguay empezó el segundo cuarto, para rápidamente sacar un parcial de 8-0 (17-2 si contamos desde los primeros minutos del cuarto inicial). El gran mérito de la celeste –además del, ahora sí, buen porcentaje de acierto– fue encontrar dónde estaban las falencias defensivas panameñas. Los centroamericanos fallaron en reiterados cambios de hombre después de los picks y Uruguay se los pagó con la pelota adentro del aro en reiteradas ocasiones. Además, en ese período la selección uruguaya demostró que tiene más y mejor profundidad en el banco: los suplentes celestes aportaron 20 –Juan Ducasse, 9; Joaquín Rodríguez, 8, y Gonzalo Iglesias, 3– de los 33 puntos con los que se fueron al entretiempo, contra 2 puntos que lograron los suplentes panameños.
El tercer cuarto empezó 33-24. En menos de cuatro minutos Uruguay sacó la máxima diferencia, de 17 puntos, al ponerse 45-28. La tónica fue la misma: con una buena defensa, en esos minutos agregándole buenos bloqueos para ir al rebote, y en ataque sacando provecho de las cortinas, fueron directas o indirectas, con muchos cortes al aro en bandeja. Lejos de la reacción panameña y de que el juego se emparejara, Uruguay fue creciendo cada vez más –showtime incluido en un par de jugadas– y logró sacar 28 dejando el tanteador 62-34. Sí, logró que Panamá sólo hiciera 10 puntos en diez minutos.
En el último período Jauri, inteligente, rotó el plantel y dio minutos a quienes habían jugado menos en el partido anterior. Como los suplentes estaban enchufadísimos, Uruguay mantuvo el ritmo en esos diez minutos finales y llegó a rozar los 30 puntos de diferencia. Partidazo celeste.