Como puede, la Copa Uruguay continúa

La Copa Uruguay va. Atrasada, con fechas a completar, todo salteado y con vencimiento próximo. Pero va. No está ni cerca de aquella que desde estas mismas páginas moldeamos y empujamos hace años, pero avanza, A los tropezones, desarmada, desprolija.

Por razones que ya han sido explicitadas, el torneo que corresponde a 2023 se está apurando en los calores del verano de 2024 con cuadros como el ya histórico Barracas de Dolores, que jugó el año pasado su partido de octavos de final, y partidos como el de Plaza Colonia ante Defensor Sporting que, según cuánto avancen los violetas en la Libertadores, puede llegar a jugarse a fines de marzo.

Alerta violeta

Si Defensor no consigue dar vuelta la serie ante Academia Puerto Cabello, el partido puede quedar para el miércoles 21 de febrero, pero si los del Parque Rodó pasan a la segunda fase de la Copa Libertadores vendrán dos semanas más en las que sus partidos estarán tachados, porque deberá enfrentar a Nacional, y por eso recién podría jugarse en marzo. Pero atención: si la viola sigue adelante y llega a la tercera fase de la Libertadores –eliminando a Nacional–, el partido sólo podría jugarse el 20 de marzo, porque si Defensor llega a la tercera fase querrá decir que sigue, ya sea en la Libertadores o en la Sudamericana.

A todo esto, vale recordar que el ganador de Plaza Colonia-Defensor jugará en cuartos de final frente al que triunfe de La Luz-Danubio, fijado para el martes 20 de febrero, ocho días después del primero de los partidos de cuartos de final que el lunes 12 de febrero jugarán Peñarol y Liverpool.

O sea, se conocerá un semifinalista antes de que se conozcan todos los cuartofinalistas. Dijera el presentador argentino Guido Kaczka en su frase convertida en meme: “Está mal, pero no está tan mal”. Es que es medio disparatado que pase esto, pero peor sería que no pasara.

En el árbol de la definición del campeonato, Plaza y Defensor están a la izquierda del diagrama y se emparejan en cuartos de final con el ganador de La Luz-Danubio, y eso seguramente sucederá en marzo o quizás en abril.

Cuánto tiempo más pasará

Cerro y Fénix también juegan la semana después de Carnaval, el miércoles 21 de febrero, después de haber debutado en el Apertura. Ellos también vienen del lado izquierdo del diagrama y en cuartos de final jugarán con River Plate, y ese partido será a mediados de marzo. El tema es esperar a saber cuándo se puede jugar la semifinal, a menos que hagan como con Liverpool, que debió afrontar dos partidos en 24 horas (frente a Peñarol por el Clausura y a Atenas de San Carlos por la Copa Uruguay).

El lado derecho del diagrama parece tener menos trabas hasta que empiece la fase de grupos de la Libertadores, en la que ya sabemos que habrá un semifinalista de la Copa Uruguay que estará jugando la doble competición, que para el caso de Liverpool o Peñarol, quien gane el lunes será triple.

Uno que viene adelantado

En semifinales, la que podría ser la más adelantada de todas, Liverpool o Peñarol deberá enfrentar al ganador de Torque-Deportivo Maldonado, que juegan este jueves en el Parque Viera y en cuartos de final deberá enfrentar al histórico Barracas de Dolores. Este último tiene un plantel que coincide en su la mayoría con la selección doloreña que ahora mismo está jugando la Copa Nacional de Selecciones, por lo que, de seguir adelante la selección de la ciudad doloreña, también se complicarían las fechas para los cuartos de final. Claro que tal vez no tenga tanto peso esa situación a la hora de las presiones y los apuros.

Barracas, ganador del premio al mejor club amateur de la Copa, lo que significará una inyección de 50.000 dólares en infraestructura, fue sacado de apuro a mediados de diciembre y jugó el primer partido de octavos de final sin VAR, a diferencia de estas instancias de febrero, en las que los clubes tienen la garantía de la herramienta de imágenes para rever decisiones.

Los estadísticos de la generación Z deberán poner atención en las piezas de puzle de este campeonato, que, a pesar de todo, por suerte se está jugando y, a los saltos, algún día tendrá un campeón.