Tras la denuncia por violación grupal que una periodista hizo en marzo, se determinó la prisión domiciliaria en Tucumán para tres de los jugadores de Vélez involucrados y la libertad condicional para el arquero uruguayo Sebastián Sosa por ser declarado partícipe secundario en el hecho.
Los cuatro tuvieron que pagar una caución de 50 millones de pesos argentinos. Sebastián Sosa volvió a Buenos Aires, donde reside, y deberá regresar a Tucumán cada 15 días para presentarse ante la Justicia. Al cabo de 90 días deberá conocerse la sentencia final para cada uno de los acusados.
Estos días, hubo una nueva denuncia contra Brian Cufré, otro de los implicados en la violación, que ahora juega en el fútbol ucraniano.
El club tomó la decisión, de acuerdo a lo que establece su protocolo ante hechos de violencia de género –pionero en el fútbol argentino–, de suspender momentáneamente los contratos de los cuatro futbolistas involucrados.
En sus primeros días en libertad, Sebastián Sosa organizó una fiesta que fue divulgada por su pareja, Stephani Correa, en redes sociales. La familia festejó el cumpleaños de su hijo menor al mismo tiempo que el chico fue bautizado.
En las últimas horas, Vélez Sarsfield comunicó: “En el día de la fecha se firmó la desvinculación del jugador Sebastián Sosa del Club Atlético Vélez Sarsfield. La rescisión del contrato es con efecto inmediato y sin más obligaciones para ninguna de las dos partes”.
De esta forma, el club también rescinde el préstamo que se había celebrado con el Club Morelia de México, dueño de su pase. Fue el fin del segundo ciclo de Sebastián Sosa en Vélez, donde obtuvo un Torneo Inicial y una Supercopa Argentina.