Persiguiendo un sueño, Santiago Vescovi debutó en la Summer League 2024, torneo corto que sirve como prueba para jóvenes talentos que aspiran a estar en la NBA. El uruguayo, que surgió en Bohemios para luego atravesar el básquetbol universitario estadounidense en los Tennessee Volunteers, no fue elegido en el Draft, pero sí reclutado por los Golden State Warriors.

Vescovi ya jugó dos partidos luciendo el dorsal 27. En el debut disputó 19 minutos en el triunfo de los Warriors 105-66 sobre Miami Heat. Un día después, el pasado domingo, el uruguayo de 22 años estuvo en la cancha casi 15 minutos y logró incidir más en el juego de su equipo: anotó seis puntos, bajó tres rebotes y dio una asistencia, en la victoria 92-68 sobre Los Angeles Lakers (a propósito de los rivales, tuvo enfrente a Dalton Knecht, compañero en los Volunteers que fue drafteado en la primera ronda (puesto 17) por los angelinos.

Tal y como está haciendo Vescovi (el próximo partido es este miércoles ante Sacramento Kings), otros dos uruguayos tuvieron la posibilidad de jugar a este nivel. En 2008 el primero en jugar una Summer League fue Gustavo Panchi Barrera. El mercedario tuvo la posibilidad de estar en los Houston Rockets, donde jugó cinco partidos con un promedio de 14 minutos por juego, 5,2 puntos y 2,8 asistencias.

En 2013 quien estuvo fue Jayson Granger, quien vistió la histórica camiseta de Boston Celtics. El ex Peñarol, que volvió al básquetbol español para jugar por su primer equipo en ese país, Estudiantes de Madrid, también disputó cinco partidos, en los que promedió 18 minutos, seis puntos y casi cuatro asistencias.

Si bien ambos jugadores dieron buenas impresiones y entraron en el radar de varios equipos –no sólo quienes los reclutaron–, ninguno de los dos terminó firmando contrato en la NBA. El único jugador uruguayo que pasó por la mejor liga del mundo fue Esteban Batista. El montevideano jugó con Atlanta Hawks dos temporadas –2005-2006 y 2006-2007– y después jugó en Boston Celtics en la temporada 2007-2008. Tras este último paso, en el que no tuvo los minutos que esperaba, Batista se fue al básquetbol europeo, donde jugó al primer nivel y fue figura en Italia, España, Turquía y Grecia.